Autoimagen y redes sociales

Autoimagen y redes sociales

AUTOIMAGEN Y REDES SOCIALES:

¿Cuántas veces te has cazado a ti mismo comparándote con alguna persona que aparece en tu feed de Instagram? Es evidente que nos comparamos constantemente con el resto de las personas. Tanto es así que el psicólogo social Festinger elaboró en 1954 su teoría de la comparación social. Ésta se basa en la creencia de que las personas tenemos el impulso de autoevaluarnos y que es mediante la comparación como elaboramos la idea de nosotros mismos.

Por tanto, la comparación siempre ha estado presente, ya que nos permite situarnos dentro de un continuo. Sin embargo, parece que desde el nacimiento de las redes sociales la comparación ha traído muchas más consecuencias que simplemente el hecho de colocarnos en un continuo. Las redes sociales nos permiten estar conectados y acceder a una gran cantidad de información y contenido, pero a su vez si no somos cuidadosos nos pueden ofrecer una visión sesgada de la realidad. Cuando creamos un perfil en redes sociales podemos mostrar a los demás las partes de nosotros que queramos y podemos elegir estas partes de formas más o menos conscientes. En términos generales lo que nos encontramos en Instagram o TikTok son personas mostrándonos su mejor cara. Esto es algo que no podemos perder de vista.

Muchas veces nos comparamos físicamente con otras personas que seguimos en redes sociales (influencers, actrices, modelos…), lo que puede generar un daño en nuestra autoestima y autoimagen en algunas ocasiones. Entendemos la autoimagen como la representación que tenemos de nosotros en el plano más físico o externo, es decir, sería como mirarnos a un espejo y describir lo que estamos viendo. Y la autoestima sería lo que sentimos hacia nosotros mismos, es decir, cómo nos queremos. Entonces, ¿Qué pasa cuando no dejo de compararme con personas que veo redes sociales? Como hemos dicho antes, las personas tienden a mostrar en redes sociales los aspectos más positivos de ellos mismos y sucede lo mismo con el aspecto físico. Por tanto, muchas veces nos encontramos comparándonos con imágenes poco reales o incluso a veces un tanto distorsionadas. Estas comparaciones pueden generar un gran malestar, alimentando nuestras inseguridades, complejos y ansiedades y afectando enormemente a nuestra autoimagen y autoestima.

Para disminuir este malestar debemos tener en cuenta que no todo lo que vemos en redes sociales es real. Un ejemplo muy claro de esto es el uso de los tan extendidos filtros de belleza que nos modifican para dar una imagen más “atractiva” según los cánones de belleza predominantes.

Por tanto, es importante no caer en una comparación constante ¿cómo? Buscando cuentas que te inspiren y con las que no te compares de forma negativa. También es importante que dejemos el móvil y las redes sociales de lado un tiempo durante el día y conectemos con nuestra realidad. En definitiva, quizá sea mejor restarle tiempo a este tipo de comparaciones y prestar más atención a nuestra propia vida, centrarnos en el momento presente, buscando disfrutar de nosotros mismos y dedicarnos momentos de autocuidado y compasión.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:

  • En tu día a día, ¿eres capaz de elogiarte a ti mismo?
  • ¿Cómo de real crees que es lo que vemos en redes sociales?
  • ¿Cómo crees que podemos hacer un uso adecuado de redes sociales que no afecte a nuestra autoestima y autoimagen?

Raquel Bertaccini García.