Carga mental femenina y depresión

En las últimas décadas, la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres ha cobrado gran importancia y se han hecho numerosos avances en el camino hacia una sociedad igualitaria. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer y muchas de las creencias, dinámicas y roles tradicionalmente machistas aún siguen presentes en nuestra sociedad. En el pasado, los hombres se dedicaban al trabajo remunerado y las mujeres a trabajos de cuidado, la crianza y el hogar. Actualmente, las mujeres se han sumado al trabajo remunerado, pero, en muchas ocasiones, los cuidados, la crianza y el hogar continúan recayendo prácticamente por entero sobre ellas.

El concepto de carga mental femenina fue descrito por primera vez por Susan Walzer (1996), que lo definió como el síndrome que sufren algunas mujeres derivado del cúmulo de responsabilidades de su vida cotidiana, que se puede manifestar en un aumento de los niveles de estrés y ansiedad, problemas de sueño, angustia, agotamiento y/o disminución del deseo sexual. Muchas mujeres expresan no librarse de la carga mental ni siquiera durmiendo, además de que esta repercute y deteriora su descanso. En un estudio realizado por Womenalia con más de 1200 mujeres de toda España, la mayoría dijo aprovechar el momento de conciliar el sueño para organizar los planes del día siguiente y repasar lo sucedido durante la jornada. Según otra encuesta realizada por Procter & Gamble, en España 3 de 4 mujeres sufren carga mental, un 40% de las cuales desconoce el concepto y el 45% nunca lo ha hablado con nadie. Los datos aumentan al 91% de las mujeres en caso de que sean madres, debido a que asumen en mayor medida la crianza, así como las tareas y responsabilidades derivadas de la misma.

Muchas mujeres refieren no poder delegar o compartir la responsabilidad de las tareas con sus parejas, familiares o convivientes. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, las mujeres destinan una media de 26,5 horas a la semana a los trabajos de cuidado y el hogar frente a las 14 horas que dedican los hombres, es decir, casi el doble. Esto puede ser por falta de iniciativa, conocimiento o interés por parte de estos, o porque asumen o tienen interiorizado, consciente o inconscientemente, que estas tareas forman parte de las responsabilidades de la mujer, una creencia que continúa estando muy extendida en lo relacionado con la crianza, las tareas del hogar y el cuidado de personas mayores o enfermos.

La carga mental puede suponer un factor de riesgo para el desarrollo de la depresión, debido a que lidiar con las responsabilidades y la carga continua de trabajo obliga a muchas mujeres a renunciar a su tiempo libre y autocuidado, genera dificultades en el entorno laboral y puede provocar un deterioro en la pareja, todo ello sumado a los síntomas procedentes de la carga mental mencionados anteriormente y a la culpabilidad derivada de no sentirse capaz de llegar a todo y de la idea de no estar cumpliendo con los estándares socialmente establecidos de cómo ser una buena madre, esposa o trabajadora.

En este camino hacia una sociedad más igualitaria, frente al fenómeno de la carga mental surge el concepto de corresponsabilidad, que consiste en un reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, la educación y la atención a personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres. No se trata necesariamente de un reparto 50-50, sino de una división justa que permita que ambos miembros de la pareja o convivientes puedan hacerse cargo de sus responsabilidades y al mismo tiempo atender sus propias necesidades, y sin que ello suponga la renuncia a su vida social, ocio, paz mental e incluso salud física y psicológica.

Lucía Beltrán de Casso

PREGUNTAS DE REFLEXIÓN:

  1. ¿Sabías lo que era la carga mental femenina?
  2. ¿Identificas esta carga mental en ti o alguien de tu entorno?
  3. ¿Qué ejemplos se te ocurren de carga mental?
  4. ¿Qué ejemplos se te ocurren de corresponsabilidad?

BIBLIOGRAFÍA:

López, P. R., Tapia, P. P., Parra, C. A. P., & Zamora-Sánchez, R. (2018). La doble presencia en las trabajadoras femeninas: equilibrio entre el trabajo y la vida familiar. Revista de Comunicación de la SEECI, (44), 33-51.