Conclusiones sobre la depresión

  • Es un trastorno del estado de ánimo que involucra sentimientos de tristeza, desánimo, irritabilidad, infelicidad o culpa.
  • Se caracteriza por una pérdida de interés o disfrute ante actividades que solían resultar agradables, así como falta de energía vital o motivación.
  • Puede tener consecuencias significativas a nivel personal, laboral y social, influyendo incluso en la calidad del sueño y de la alimentación.
  • Difiere de la tristeza o melancolía producto de los problemas de la vida cotidiana, por lo cual debe ser diagnosticada por un profesional.

Según la Sociedad Española de Psiquiatría, el trastorno depresivo es la enfermedad mental más prevalente en España, y puede afectar a cualquier persona, de cualquier nivel socioeconómico o edad. Puede llegar a convertirse en un problema de salud altamente limitante o incapacitante, especialmente cuando se presenta de manera reiterativa y con una intensidad de moderada a grave.

El origen de la depresión es multifactorial, interviniendo factores biológicos, psicológicos, sociales, y genéticos.

Cuando se vivencia un episodio depresivo se presentan sentimientos de tristeza, vacío, desánimo, desilusión, e incluso culpabilidad o baja autoestima. También se pierde la ilusión o esperanza hacia el futuro, así como el interés hacia actividades que solían ser fuente de placer o satisfacción. La energía o fuerza vital disminuye.

El conjunto de esos elementos tiene como resultado un impacto significativo en la vida de la persona que lo experimenta, puede presentarse una disminución del rendimiento a nivel laboral o académico, dificultad para concentrarse, distanciamiento de las personas cercanas, pérdida del interés por uno mismo y el autocuidado, y alteraciones tanto de la calidad del sueño como de la alimentación, entre otros.

Si bien en nuestra vida tenemos momentos de tristeza, dolor o sufrimiento, producto de los problemas o las circunstancias, no se deben confundir con un trastorno depresivo. Por ende, es importante acudir a un profesional que pueda evaluar nuestro caso y decirnos con certeza si efectivamente nos encontramos transitando por un episodio depresivo.

Autoestima, depresión y adolescencia

La adolescencia es una etapa en la que se vive todo con mayor intensidad, es un periodo de crisis, de cambios, una transición entre la niñez y la adultez. Entonces… ¿Cómo afecta esta etapa de ruptura y reconstrucción de identidad a la salud mental?

En una etapa con tantos cambios sociales, psicológicos, biológicos y sexuales es fundamental el conocimiento de sí mismo o autoconcepto, que se despliega paralelamente a la autoestima para lograr un adecuado desarrollo del ¨yo¨. Cuando hablamos de autoestima consideramos la valoración que se tiene de sí mismo, involucrando emociones, pensamientos, sentimientos, experiencias y actitudes que la persona recoge en su vida (Mejía, Pastrana, & Mejía, 2011). Comprendida también por Branden (1993) como la estimación que tiene de su propia valía, el valor que le atribuye a su identidad.

Como consecuencia de tantos cambios, de ruptura y reconstrucción de la identidad en la adolescencia, varias investigaciones han constatado que la autoestima tiende a debilitarse en esta etapa: dada la preocupación por la imagen corporal, la inserción en un grupo de pares, la necesidad de aprobación, sentimientos de inferioridad e incomprensión (Rodríguez-Naranjo & Caño-González, 2012). Siendo un factor de riesgo para la aparición de problemas sociales y psicológicos, como la depresión, los trastornos de conducta alimentaria, adicciones, entre otros.

Dar cuenta las dificultades que ocasiona la depresión, comprendida como una alteración del estado afectivo, que puede implicar varios síntomas como la tristeza persistente, falta de interés, alteraciones de sueño y apetito (American Psychiatric Association, 2013), es que se debe estar atento a su aparición.

Así como, ser consciente de la relación directa entre la baja autoestima y la depresión en la adolescencia, nos propone pensar estrategias para aumentar la autoestima y su relación con la satisfacción de vida, ya que algunas investigaciones realizadas certifican que los adolescentes con una autoestima elevada interpretan las experiencias negativas de un modo más funcional (Rodríguez-Naranjo & Caño-González, 2012).

¿Qué podemos hacer? Como padres, hermanos, maestros, familia y amigos tenemos un rol de suma importancia pudiendo favorecer la autoestima, y por lo tanto siendo factores protectores de la salud mental en los adolescentes. Ya que la autoestima se adquiere, se modifica y se desarrolla en los diferentes contextos de actuación. ¿Como? Respetando sus espacios. Reconociendo sus éxitos y esfuerzos.

Reforzando sus capacidades. Estimulando los hábitos saludables. Creando ambientes de tranquilidad, seguridad y confianza. Ayudándoles a solucionar problemas de aprendizaje y conflictos con su entorno social. Enseñarles con el ejemplo personal a amarse a sí mismo.

Entonces tú: amigo, hermano, mamá, papá, profesor, compañero ¿Te animas a ponerlo en práctica?.

Delfina Bauducco

Carga mental femenina y depresión

En las últimas décadas, la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres ha cobrado gran importancia y se han hecho numerosos avances en el camino hacia una sociedad igualitaria. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer y muchas de las creencias, dinámicas y roles tradicionalmente machistas aún siguen presentes en nuestra sociedad. En el pasado, los hombres se dedicaban al trabajo remunerado y las mujeres a trabajos de cuidado, la crianza y el hogar. Actualmente, las mujeres se han sumado al trabajo remunerado, pero, en muchas ocasiones, los cuidados, la crianza y el hogar continúan recayendo prácticamente por entero sobre ellas.

El concepto de carga mental femenina fue descrito por primera vez por Susan Walzer (1996), que lo definió como el síndrome que sufren algunas mujeres derivado del cúmulo de responsabilidades de su vida cotidiana, que se puede manifestar en un aumento de los niveles de estrés y ansiedad, problemas de sueño, angustia, agotamiento y/o disminución del deseo sexual. Muchas mujeres expresan no librarse de la carga mental ni siquiera durmiendo, además de que esta repercute y deteriora su descanso. En un estudio realizado por Womenalia con más de 1200 mujeres de toda España, la mayoría dijo aprovechar el momento de conciliar el sueño para organizar los planes del día siguiente y repasar lo sucedido durante la jornada. Según otra encuesta realizada por Procter & Gamble, en España 3 de 4 mujeres sufren carga mental, un 40% de las cuales desconoce el concepto y el 45% nunca lo ha hablado con nadie. Los datos aumentan al 91% de las mujeres en caso de que sean madres, debido a que asumen en mayor medida la crianza, así como las tareas y responsabilidades derivadas de la misma.

Muchas mujeres refieren no poder delegar o compartir la responsabilidad de las tareas con sus parejas, familiares o convivientes. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, las mujeres destinan una media de 26,5 horas a la semana a los trabajos de cuidado y el hogar frente a las 14 horas que dedican los hombres, es decir, casi el doble. Esto puede ser por falta de iniciativa, conocimiento o interés por parte de estos, o porque asumen o tienen interiorizado, consciente o inconscientemente, que estas tareas forman parte de las responsabilidades de la mujer, una creencia que continúa estando muy extendida en lo relacionado con la crianza, las tareas del hogar y el cuidado de personas mayores o enfermos.

La carga mental puede suponer un factor de riesgo para el desarrollo de la depresión, debido a que lidiar con las responsabilidades y la carga continua de trabajo obliga a muchas mujeres a renunciar a su tiempo libre y autocuidado, genera dificultades en el entorno laboral y puede provocar un deterioro en la pareja, todo ello sumado a los síntomas procedentes de la carga mental mencionados anteriormente y a la culpabilidad derivada de no sentirse capaz de llegar a todo y de la idea de no estar cumpliendo con los estándares socialmente establecidos de cómo ser una buena madre, esposa o trabajadora.

En este camino hacia una sociedad más igualitaria, frente al fenómeno de la carga mental surge el concepto de corresponsabilidad, que consiste en un reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, la educación y la atención a personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres. No se trata necesariamente de un reparto 50-50, sino de una división justa que permita que ambos miembros de la pareja o convivientes puedan hacerse cargo de sus responsabilidades y al mismo tiempo atender sus propias necesidades, y sin que ello suponga la renuncia a su vida social, ocio, paz mental e incluso salud física y psicológica.

Lucía Beltrán de Casso

PREGUNTAS DE REFLEXIÓN:

  1. ¿Sabías lo que era la carga mental femenina?
  2. ¿Identificas esta carga mental en ti o alguien de tu entorno?
  3. ¿Qué ejemplos se te ocurren de carga mental?
  4. ¿Qué ejemplos se te ocurren de corresponsabilidad?

BIBLIOGRAFÍA:

López, P. R., Tapia, P. P., Parra, C. A. P., & Zamora-Sánchez, R. (2018). La doble presencia en las trabajadoras femeninas: equilibrio entre el trabajo y la vida familiar. Revista de Comunicación de la SEECI, (44), 33-51.

El rol y el manejo del enfado reprimido en la depresión

«El enfado puede ser una emoción poderosa y saludable si se maneja de manera adecuada. Sin embargo, cuando se reprime, puede convertirse en una fuente de dolor y sufrimiento.» – Dr. Alice Boyes

 

La depresión es el problema de salud mental que aqueja a más personas en el mundo, y puede ser de las más comunes, si no la más. Aproximadamente 264 millones de personas sufren de depresión (cifra de la OMS).

¿Has experimentado alguna vez enfado reprimido? Hay evidencia para demostrar que el enfado reprimido puede ser un factor importante en el desarrollo y el sostenimiento de la depresión. Cuando no expresamos nuestras emociones de manera adecuada y las reprimimos, nuestro cuerpo y nuestra mente se vuelven las víctimas de esta situación. Reprimir el enfado nos lleva a estar en una constante tensión tanto física como emocional por no poder verbalizar lo que nos pasa. Si suprimimos nuestras emociones negativas, podemos comenzar a sentir que no tenemos control de nosotros mismos, que no somos suficientemente buenos o capaces. La auto estima baja no permite expresar las emociones negativas, ya que no confiamos en nosotros mismos. Es por esto que  hay que fomentar la auto estima y la auto compasión para poder sentirte más cómodo expresando tus emociones. Al no poder expresar correctamente el enfado, la persona tiene un enfado latente, y una irritabilidad constante. El no poder sacarla lo puede deprimir más fácilmente. Cuando vemos una persona con mucha rabia contenida, generalmente podemos ver depresión subyacente. Es muy importante aprender a manejar y diligenciar el enfado, ya que reprimirlo solo te va a hacer sentir peor. Lograr manejar el enfado, y expresarlo de manera adecuada, puede prevenir que caigas en depresión.

¿Qué estrategias utilizas para manejar tus emociones, incluyendo el enfado? ¿Son estas estrategias efectivas? Hay diferentes formas para lograr manejar el enfado y expresarlo saludablemente. A continuación, te proporciono algunas estrategias que te pueden ser útiles si estas sintiendo que no puedes expresar correctamente el enfado, y que además, fomentan la auto estima.

  • Sería bueno ir a terapia, pero si no estas listo para eso, puedes empezar por hablar con alguien de confianza, puede ser un familiar o un amigo y expresarle porque te sientes así.
  • Podrías también escribir un diario, o hasta en el celular. Hacer un auto registro de la situación en la que te sentiste enojado, donde estabas y con quien, ¿qué pensamientos se vinieron a tu cabeza en ese momento? ¿Qué emociones sentiste? Y como reaccionaste.

Hacer este auto registro y escribir como te sientes puede ayudar a procesar y entender porque te enojaste, y a su vez libera el enfado que esta reprimido. Al reconocer estas emociones empiezas a entenderlas, y de esta forma puedes expresarlas adecuadamente. Entre mejor logres identificar tus emociones, puedes empezar a cambiar esos comportamientos que no son saludables, y de esta forma empezar a desarrollar tu autocontrol y tu autoestima.

Otra forma útil de conectarse con tus emociones es:

  • Meditando o respirando, hoy en día hay muchos videos en YouTube que te pueden servir para relajarte, esto puede ayudarte a gestionar el enfado y conectarte con tu cuerpo de manera saludable.
  • Es importante también mantenerte activo físicamente, ya que está comprobado que el ejercicio físico te ayuda a subir el animo y reducir el estrés. Si te sientes enojado, puedes salir a correr, o salir a caminar en el aire libre.

Esta comprobado que el ejercicio físico puede reducir la ansiedad, la depresión y el estres. El ejercicio es un tratamiento indispensable para la salud mental ya que hay beneficios en los sistemas biológicos que estan involucrados en la respuesta al estres (Blumenthal 2012). Despues de hacer ejercicio se alivian los síntomas del enfado, porque es un tipo de catarisis emocional. En un estudio de “Estrategias de Regulación emocional en la depresión” se concluye que la expresión correcta de la ira puede ser útil para regular las emociones en la depresión (Joormann, J). ¡Te invito a atreverte a expresar tu enfado!

Referencias:

  • Joormann, J., & Gotlib, I. H. (2010, February 1). Emotion regulation in depression: Relation to cognitive inhibition. Cognition & emotion. Retrieved March 6, 2023, from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2839199/
  • Blumenthal, J. A., Smith, P., & Hoffman, B. M. (2012).Is Exercise a Viable Treatment for Depression. Acsm’s Health & Fitness Journal, 16(4), 14–21. https://doi.org/10.1249/01.fit.0000416000.09526.eb

Soledad crónica y depresión

Todos nos sentimos solos en algún momento de la vida. El ser humano es un ser social que tiene la necesidad de pertenencia, y, cuando se siente que esta falla, la soledad llega.

El sentimiento de soledad es subjetivo y su experimentación varía según quién la vive. La soledad no suele tener que ver con la falta real gente en nuestra vida, en general, está más relacionada con la creencia de que nadie nos valora ni quiere pasar tiempo con nosotros. Podemos estar solos pero no sentir que lo estamos, y viceversa.

Cuando un sentimiento de soledad se llega a instaurar en la propia vida, manteniendo la creencia durante un largo periodo de tiempo de que uno está solo, se puede desarrollar el síndrome de la soledad crónica. La persona que lo padece se siente incomprendido y ajeno a la sociedad, incapaz de conectarse a un nivel más profundo con nadie. Asimismo tienden a pensar que esta situación es culpa suya, que hay algo malo en ellos y que por eso los demás no quieren establecer relacionarse con ellos. Eso hace que activamente ellos mismos se aíslen de la gente.

El origen de este síndrome tiene más que ver con la visión de sí mismo que tiene el que la padece que con una dificultad real para relacionarse socialmente. Suele conllevar una baja autoestima y un sentimiento profundo de inseguridad, incluso una ansiedad social, características que también son comunes en la depresión.

Un sentimiento de soledad prolongado durante un largo tiempo puede acarrear graves problemas de salud, tanto físicos como mentales. La depresión es una enfermedad mental que se caracteriza por una profunda y constante tristeza, una baja autoestima y una pérdida de interés por las actividades placenteras, entre otras cosas. Dentro de esta, los sentimientos de soledad también son comunes: quién lo padece puede sentirse aislado del resto e incapaz de establecer relaciones de calidad. Es por ello que hay que prestar especial atención a la gente que comunica sentirse solo, independientemente de si percibimos que lo estén o no. Pueden comenzar a aislarse llevados por este desesperanzador sentimiento.

¿Y tú, conocías que este síndrome existía?

 

Carlota Urgel

Búsqueda constante de la felicidad y su efecto en la salud

La búsqueda constante de la felicidad es un tema frecuente en la sociedad actual. Nos venden una idea en la cual deberíamos tener como objetivo de vida, perseguir la felicidad, todo esto promovido por las redes sociales, libros de autoayuda y conferencias motivaciones, en las cuales se promueve como la idealización perfecta y fácil de conseguir, para mantenerla en el tiempo; pero, todo esto nos hace reflexionar ¿La búsqueda constante de la felicidad, tiene algún efecto en mi salud?

Principalmente es importante entender la felicidad. La felicidad es un estado emocional “positivo”, que se experimenta cuando se satisface una necesidad o se logra un objetivo, sin embargo, la felicidad es subjetiva, es decir, lo que hace feliz a una persona, no necesariamente puede hacer feliz a otra.

Esta búsqueda constante, puede tener efectos positivos y negativos sobre nuestra salud. Por un lado, la búsqueda de la “felicidad” puede motivarnos a tomar decisiones que tengan alguna repercusión positiva en nuestras vidas, como el hecho de cambiar hábitos positivos y saludables, todo esto para nuestro bienestar físico y emocional, ocasional a la larga, que puedan tener un impacto positivo en nuestra salud.

Pero si vemos esta búsqueda constante, por otro lado, encontraremos que puede ser un factor estresante y que puede generar ansiedad y frustración, al no conseguirlo de manera inmediata, probablemente obsesionándonos con la idea de que debemos ser felices todo el tiempo, ya que esto, es lo que nos han vendido de forma masiva, durante muchos años, pudiéndonos sentir abrumados por las expectativas que nos imponemos a nosotros mismos. Adicional, esta búsqueda, pueda volvernos menos tolerantes ante otras emociones, como la tristeza o la ira, ocasionando una vulnerabilidad a la depresión y la ansiedad.

La “constante” búsqueda de la felicidad nos puede llevar a un camino de obsesión, convirtiéndose en una idea realmente inalcanzable, ocasionándonos frustración al no conseguirlo, y llevándonos a un ciclo vicioso muy difícil de salir. Muy bien dice Confucio: «La felicidad no consiste en tener lo que quieres, sino en querer lo que tienes», llevándonos a reflexionar lo siguiente: ¿Si nos centramos más en el ahora y dejamos de buscar de forma constante lo que ya tenemos?, opino que nos sería más fácil disfrutar de los momentos de felicidad y comprender que son simplemente “momentos” y no es una línea constante, que no es un objetivo realista ni saludable, esperar ser felices todo el tiempo, y que debemos permitirnos experimentar todas las emociones, permitiéndonos conectar más con ellas y aceptándolas a todas, como partes de nuestra sociedad y lo que nos destaca como seres humanos.

En conclusión, la búsqueda constante de la felicidad puede tener efectos positivos y negativos sobre nuestra salid mental y física, reconociendo que la felicidad no es el único objetivo en la vida, y centrarnos mas en encontrar un propósito para con ella y construir relaciones significativas que nos permitan llevar una vida plena y satisfactoria.

JENNIFER GINER PALENCIA

La depresión y su relación con el consumo de sustancias tóxicas

Muchos utilizan la expresión “estoy deprimido/a” o “tengo depresión” para expresar su estado de ánimo negativo normal que desaparece con facilidad o que es transitorio (Zarragoitia, 2011). Pero alguna vez te has preguntado ¿qué es la depresión? Según el DSM 5, la depresión es un trastorno de los estados del ánimo, donde la persona se encuentra gran parte del tiempo triste, vacía o sin esperanza. Ha perdido interés en realizar actividades que antes le generaban placer, hay cambios en el peso, dificultades para conciliar el sueño y fatiga. Aparecen sentimientos de culpabilidad, dificultad para concentrarse, pensar y tomar decisiones, así como ideas relacionadas a la muerte (Asociación Americana de Psiquiatría (APA), 2013).

Cuando una persona está deprimida, suele sentir que no puede salir de del lugar en el que está. No percibe un fin para calmar aquel dolor que le genera tanto malestar y piensa que nadie la puede comprender. Cada una busca apoyo de manera distinta, unas se apoyan en el psicólogo, otras en amigos o personas cercas y algunas se refugian en el consumo de sustancias tóxicas como el alcohol y las drogas.

La depresión y el consumo de alcohol y drogas está muy relacionado. No solamente las personas con depresión consumen alcohol, sino que el alcohol puede llevarte a tener depresión. Tienen una relación bidireccional. Al no buscar el apoyo adecuado, las personas que sufren de depresión pueden recurrir al consumo de alcohol o de alguna sustancia tóxica como un autotratamiento o automedicación. En esta la sensación de tristeza disminuye por el periodo que dura el efecto, donde tiene sensaciones de placer y mejora su desempeño, así como proporciona un alivio temporal de los sentimientos asociados a la tristeza intensa. Pero, cuando el efecto se va, todo el dolor que sentía se intensifica, ya que el alcohol como las drogas son componentes depresores.

El consumo excesivo de estas sustancias afecta la calidad del sueño y eso empeora directamente a la depresión. Además, inhibe la capacidad de tomar decisiones racionales y sensatas, impulsando a acciones que pueden ser peligrosas para la vida del individuo (Conroy y Ardnedt, 2014). El problema viene cuando se inicia el círculo vicioso, en el que se empieza a consumir para no sentir. Esto va aumentando a medida que pasa el tiempo y la depresión se va agravando. Y, es por ello que muchas veces se confunde la depresión con alcoholismo y no siempre están relacionadas. Es importante que el especialista sepa distinguirlo.

También, se sabe que el tratamiento de la depresión puede reducir el consumo de sustancias, y que el tratamiento de la adicción puede mejorar los síntomas depresivos, lo que podría traer como resultado una mejora significativa en la calidad de vida de los pacientes, así lo mencionan Hasin, et al (2019) en su investigación.

Pero, ¿qué podemos hacer para ayudar a alguien que está pasando por una situación similar?

Como persona de apoyo, lo mejor que se puede hacer en una situación similar es acompañar, escuchar y validar, sin utilizar juicios de valor ni cuestionando el cómo se siente. Asimismo, recomendar la búsqueda de ayuda profesional. Hacer ver al otro que hay algo que le está ocurriendo y que no puede manejarlo solo, que necesita un poco más allá que el apoyo de los seres cercanos, y eso es la ayuda de una persona experta en el tema, en este caso de un psicólogo. Dentro de ese espacio se trabajarán diferentes aspectos, pero sobre todo esa sensación de falta de esperanza que genera la depresión y la regulación del consumo de sustancias que no son la solución.

 

Preguntas para reflexionar

  • ¿Conoces a alguien que esté pasando por una situación general?
  • ¿Cómo crees que puedas ayudar a una persona cercana que este pasando por una situación similar?
  • Si te siente identificado/a con el artículo, no dudes en buscar ayuda.

Referencias bibliográficas:

  • Zarragoitía Alonso, I. (2011). Depresión: generalidades y particularidades. Editorial Ciencias Médicas.
  • Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5. Arlington, VA: Asociación Americana de Psiquiatría.
  • Conroy, D. A., & Arnedt, J. T. (2014). Sleep and substance use disorders: an update. Current Psychiatry Reports, 16(10), 487.
  • Hasin, D. S., Kerridge, B. T., Saha, T. D., Huang, B., Pickering, R., Smith, S. M., … & Grant, B. F. (2019). The Bidirectional Relationship Between Depression and Substance Use: Suggestions for a Rational Approach to the Treatment of Both. The American Journal of Psychiatry, 176(6), 405-414. doi: 10.1176/appi.ajp.2019.18101129

 

Giulia Camaiora Chiappe

¿Cómo ha influido el Covid en el desarrollo de la depresión?

“Tus emociones no deben ser paralizadoras, no deberían defenderse. No deberían impedirte ser todo lo que puedes ser” Wayne W. Dyer

La pandemia del COVID-19 ha tenido un gran impacto en cada una de las vidas de las persona ya que esta enfermedad de cierta manera fue vista como nueva, comenzó el aislamiento social, las nuevas medidas adoptadas por los gobiernos, el miedo, la incertidumbre de lo que podría pasar y como esta podría afectar la estabilidad económica, física y psicológica, además, el hecho de ver que habría una posibilidad de perder a algún ser querido, fue aumentando los niveles de estrés, ansiedad y en varias ocasiones casos de depresión. Al pasar el tiempo cada una de las personas fueron afectadas, no solo por el hecho de que se interrumpió su vida cotidiana, sino también empezaron a aumentar los despidos laborales, los conflictos familiares, los duelos por la pérdida de algún familiar o ser querido, el acceso a los servicios de atención médica, cada vez eran más escasos no solo por el personal de la salud y las normas que estos tenían, sino también por el mismo miedo de contagio se prefería no asistir al médico, también, la imposibilidad de participar en actividades placenteras, el cambio de patrones de sueño y alimenticios fueron contribuyendo a tener sentimientos de soledad, tristeza e irritabilidad hasta llegar a una depresión. (Nicolini, 2020; Puccinelli et al, 2021)

A causa de este aumento de casos de depresión, fueron aumentando los casos de suicidio, ya que como bien se sabe, la depresión se caracteriza por una alteración del estado afectivo, y otros síntomas, como la tristeza profunda, disminución por la perdida de interés a la mayoría de actividades, cambios de apetito y en los patrones de sueño, falta de energáa, sentimiento de inutilidad, culpa o irritabilidad, pensamientos de muerte. (American Psychiatric Association, 2013).

Teniendo en cuenta lo anterior, es importante resaltar que la depresión se mantuvo después de que quitaran las restricciones debido a que fue tormentoso para muchos volver a crear la rutina que anteriormente se tenía, el hecho de exponerse socialmente podría generar sentimientos desagradables que ocasionan un alto índice de cambios emocionales, los pensamientos recurrentes de vulnerabilidad y la pérdida de personas cercanas, han ocasionado que se conserve este trastorno, Además, esta pandemia afectó las áreas importantes de todas las personas, con esto haciendo referencia a áreas, como: laborales, personales, académicas, en muchas ocasiones se tenían proyectos importantes los cuales fueron cancelados por este gran caos mundial. A consecuencia de esto, y muchos más contextos diferenciales, la depresión ha ido aumentando en la actualidad por ese sentimiento de fracaso y culpa.

Para reflexionar
-¿Se considera importante tener conocimiento sobre el tema para poder tener una guía de lo que me pasa?
-¿El hecho de vivir una pandemia realmente depende de mí culpa o frustración?¿Tenia algún control sobre esto que afectó de forma mundial a billones de personas?

Referencias
American Psychiatric Association. (2013). Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. In Guía Consulta de los Criterios Diagnósticos (Vol. 5).
Nicolini, H. (2020). Depresión y ansiedad durante la pandemia de COVID – 19. Cirugía y Cirujanos, 88(5), 542-547.
León, C. (2021)La depresión en tiempos de covid-19: análisis del impacto de la pandemia en grupos vulnerables. Vol 0 (17)

Rasgos de la personalidad relacionados con la depresión

La depresión es una de las enfermedades mas comunes que afecta de manera considerada la manera de pensar, sentir y actuar, debido a los sentimientos de tristeza, desencadenando la falta de energía y de interés en actividades. Las investigaciones que se han realizado hasta el momento han podido determinar que, existen varios rasgos de la personalidad que se relacionan con un mayor riesgo a desarrollar una depresión, algunos de ellos son:

Neuroticismo: El neuroticismo hace referencia a la tendencia que tiene una persona a experimentar emociones desagradables, como la ansiedad, miedo, culpa, ira y tristeza. Eysenck mencionaba que el neuroticismo es un rasgo biológico que se origina en el sistema nervioso y las personas con niveles altos de neuroticismo tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión. (Eysenck y Eysenck, 1987).

Baja autoestima: Según Rosenthal y Simeonsson (citados en Rice, 2000), las personas con baja autoestima tienden a mostrar una identidad inestable y vulnerable a la crítica o el rechazo, lo que refuerza su sensación de inadecuación, incompetencia y falta de valía. Estas personas pueden sentirse profundamente perturbadas cuando perciben que están siendo ridiculizadas, acusadas o si piensan que los demás tienen una opinión negativa de ellas.

Perfeccionismo: El perfeccionista tiene la tendencia a establecer estándares muy altos para sí mismos y son muy críticos con su propio rendimiento, lo que puede llevar a un exceso de autoexigencia y una mayor preocupación por cometer errores. Este enfoque puede ser útil para algunas personas en algunos contextos, pero también puede tener consecuencias negativas para la salud mental y el bienestar emocional. (Frost, Marten, Lahart y Rosenblate, 1990).

Tendencia a la rumiación: La rumiación se genera en el momento que una persona tiende a centrarse repetitivamente en pensamientos que le preocupan de manera intrusiva. La rumiación se asocia con un mayor riesgo de desarrollar depresión, debido a que la persona puede tener dificultades para superar sus pensamientos negativos y puede tener sentimientos de desesperanza.

En conclusión, es importante recalcar que los rasgos de personalidad mencionados anteriormente no son determinantes para desarrollar depresión, teniendo en cuenta que también influyen los factores genéticos, ambientales, etc. Es importante que podamos reconocer si estamos atravesando por una depresión y buscar ayuda con cada una de las redes de apoyo que puedan existir; familiares, sociales, afectivas y profesional.

“Tus emociones no deben ser paralizadoras. No deberían defenderse. No deberían impedirte ser todo lo que puedes ser”. Wayne W. Dyer

Viviana Navarro

Influencia de la voz interna en el estado de ánimo

“A veces, el mayor enemigo eres tú mismo. Supera tus pensamientos negativos y comienza a creer en ti mismo”. -Helen Edwards

¿Alguna vez han oido hablar sobre el invitado no deseado? Esa voz interna que todos tenemos y que muchas veces lo que nos cuenta va a tener gran influencia en nosotros mismos, en nuestro día a día, sobre todo en nuestro estado de ánimo.

La voz interna es aquel invitado no deseado, esa persona incómoda, que hace comentarios acerca de ti. Esos comentarios muchas veces pueden ser incómodos o desagradables y tienen una reacción en nosotros mismos y provocan diferentes emociones, dependiendo la situación.

Pongamos un ejemplo: Es la cena navideña, toda la familia reunida y una persona ahí presente empieza a hacerte comentarios como: “¿has subido de peso no?, te ves agotado con las ojeras que traes, ¿estas muy aburrido o por que no hablas?, entre otros más. Uno se siente molesto, se puede llegar a enojar o sentir triste por estos comentarios que son de personas externas hacia uno. Ahora si lo pones internamente, que estos comentarios los hiciera esta voz interna, ¿Cómo te sentirías contigo mismo? ¿cambiaria tu estado de ánimo?

Esta voz interna, va a tener una gran influencia en lo que sentimos y día a día se va apoderando de nosotros con pensamientos negativos. Hay evidencia científica que respalda esta relación entre los pensamientos y el estado de ánimo. Por ejemplo, un estudio publicado en el “Journal of Personality and Social Psychology” encontró que las personas que se enfocaban en pensamientos negativos tenían una mayor probabilidad de experimentar síntomas de depresión. Otro estudio publicado en la revista “Behavior Therapy» encontró que la terapia cognitiva, que se centra en cambiar los patrones de pensamiento negativos, era efectiva en el tratamiento de la depresión.

Un ejercicio para detectar a esta voz interna en la terapia cognitiva es el siguiente:

Cierra los ojos un minuto y medio y activa esa voz interna. En ese tiempo tienes que decirte todas aquellas cosas desagradables. Concéntrate solamente en ellas, sin
integrar cosas agradables o sentimientos de alegría, paz, comodidad. Esos los dejamos de lado. Al terminarse el tiempo, abrir los ojos y reflexionar lo siguiente: ¿me siento más
animado que antes? ¿cómo está mi estado de ánimo?

Reflexionando, podemos darnos cuenta el impacto que tiene solamente 1 minuto y medio el decirnos esto y el efecto que tuvo en nuestro estado de ánimo. Ahora imaginémonos el impacto que tiene el decirnos esto durante un día, o todos los días, como influye en nuestra percepción de nosotros mismos, en lo que sentimos, como vamos cambiando durante el día por esta voz interna.

Podemos controlar esta voz interna quitando fuerza en nosotros mismos. Démosle un nombre a esta voz y cada vez que esta voz o invitado no deseado quiera aparecer en
nosotros para cambiar nuestro estado de animo, saber que ahí esta, que no se va a ir, pero que podemos hacer la paz y decir este comentario no es mío, es de mi voz interna, dejar que no cobre tanta importancia, soltarlo y de esta manera no dejar que controlen nuestro día a día y por lo tanto nuestro estado de ánimo.

Bibliografía:
Beck, A. T. (1979). Cognitive therapy of depression: New perspectives. In the treatment of depression: Current issues and research directions (pp. 265-290). Wiley.

Nolen-Hoeksema, S., Parker, L. E., & Larson, J. (1994). Ruminative coping with depressed mood following loss. Journal of personality and social psychology, 67(1), 92-104.

Karla Orozco González