¿Cómo ayudar a una persona con depresión?

Anet Diner

La depresión es una enfermedad mental que afecta a más de 300 millones de personas, cuando uno está en los momentos más oscuros, la soledad, la confusión y el miedo a veces hacen que pedir ayuda sea complicado, por eso si piensas que alguien en tu entorno puede tener depresión, te presento algunos consejos que espero te resulten útiles para poder ayudarla:

El primer paso es estar atento a las señales que podrían estar indicando que alguien cercano podría estar deprimido:

  • Tristeza persistente: Estar con el ánimo bajo constantemente o sentimientos de vacío.
  • Irritabilidad: Una actitud de constante irritabilidad debido a un problema psicológico.
  • Desesperanza: Cuando una persona está siempre pensando en negativo y no puede expresar aspectos positivos de su vida, quizá está en una situación que requiere de atención psicológica.
  • Desinterés: No muestra interés en aquellas actividades que antes si disfrutaba, como hobbies o acontecimientos sociales.
  • Dificultades para dormir: Las personas que tienen depresión u otro trastorno psicológico suelen ver afectados aspectos como el dormir.
  • Falta de concentración: Otra de las señales de que quizá está persona necesita ayuda es cuando se siente constantemente sin energía y padece de problemas de concentración.
  • Habla sobre la muerte: Una de las señales alarmantes de que alguien necesita ayuda ocurre cuando estas personas suelen hablar sobre la muerte o incluso, el deseo de suicidarse. Ante este tipo de comportamientos, es importante ayudar a las personas que lo expresan.

Una vez identificadas las señales, esto es lo que puedes hacer para ayudar:

  • Aprende acerca de los síntomas de la depresión. Los signos y síntomas de la depresión varían de una persona a otra. Las personas con depresión pueden no reconocer o estar conscientes de su depresión. Quizás no reconozcan los signos y síntomas de la depresión, por lo que pueden pensar que lo que sienten es normal.
  • Habla con esa persona sobre lo que has notado y por qué estás preocupado.
  • Escucha sin juzgar: La depresión puede hacer que las personas se sientan solas y aisladas. Escuchar sin juzgar puede ayudar a que esa persona se sienta comprendida y apoyada. Es importante darles la oportunidad de hablar sobre sus sentimientos sin interrumpirlos ni criticarlos. Además, aunque sea algo que parece poco, la realidad es que una persona tendrá más iniciativa de tomar medidas cuando se siente escuchada y comprendida por sus seres queridos.
  • No des consejos o intentes “arreglar” su situación: Hay un momento para dar consejos y esto llega cuando alguien lo pide. Si no te han pedido un consejo, nunca intentes “arreglar” o creas que tienes la solución ante una situación, aunque sientas que tú lo has vivido. Antes que dar consejos, es mucho mejor validar los sentimientos de la persona, ya que esto hará que se abran más a ti.
  • Se paciente y comprensivo: La depresión puede ser una enfermedad difícil de superar y puede llevar tiempo. Es importante ser paciente y comprensivo con la persona afectada. No se debe esperar que se sienta mejor de la noche a la mañana, pero apoyarla a través de su proceso de recuperación puede hacer una gran diferencia.
  • Ofrece ayuda práctica: La depresión puede hacer que las personas se sientan incapaces de realizar tareas cotidianas, como cocinar, limpiar o hacer la compra. Ofrecer ayuda práctica, como hacer la compra o cocinar una comida, puede aliviar algo de la carga que esa persona está experimentando.
  • Fomenta la actividad física: El ejercicio físico puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo de las personas que sufren de depresión. Alentar a la persona a hacer ejercicio y acompañarla en actividades físicas puede ayudar a mejorar su estado de ánimo y su salud en general. Ayúdalo a adoptar medidas de cuidado personal, como comer alimentos saludables, dormir lo suficiente y como decíamos a estar físicamente activo.
  • Brinda un refuerzo positivo. Las personas con depresión pueden juzgarse de forma severa y encontrar errores en todo lo que hacen. Recuérdale a tu ser querido sus cualidades positivas y cuánto significa esta persona para ti y para otros.
  • Ayuda a crear un entorno con poco estrés. Crear una rutina regular puede ayudarle a una persona con depresión a sentir que tiene más control. Ofrécele hacer un horario para las comidas, los medicamentos, la actividad física y el sueño, y ayúdale a organizar las tareas del hogar.
  • Alienta la participación en prácticas espirituales si es adecuado. Para muchas personas, la fe es un elemento importante para recuperarse de la depresión, ya sea a través de la participación en una comunidad religiosa organizada o de creencias y prácticas espirituales personales.
  • Haz planes juntos. Pídele a tu ser querido que vayan juntos a dar un paseo, que vean una película juntos o que realicen juntos algún pasatiempo u otra actividad que antes disfrutaba. Sin embargo, no intentes obligar a la persona a que haga algo.
  • Recuerda que no es personal: En muchos casos, la depresión puede afectar a las habilidades sociales de aquellos, puede parecer que estas personas estén más retraídas, tímidas, malhumoradas e incluso irritables. Al tener en cuenta que alguien está lidiando con una depresión, debemos comprender que, a veces, la ira o este tipo de actitudes negativas pueden formar parte de los síntomas de este trastorno. Ante estos comportamientos, es imprescindible que intentemos pensar en que esto no se trata de algo personal contra nosotros.
  • Buscar ayuda profesional: Muy a menudo, las personas sienten vergüenza de su depresión y creen erróneamente que pueden superarla solo con la fuerza de voluntad. Pero la depresión rara vez mejora sin tratamiento, e incluso puede empeorar. Con el enfoque de tratamiento adecuado, la persona que quieres puede mejorar, si estás preocupado por la salud mental de alguien, intenta alentar a esa persona a buscar ayuda de un profesional de la salud mental.
  • Identifica los signos de advertencia de empeoramiento de la depresión. Cada persona padece la depresión de un modo diferente. Presta atención a tu ser querido. Aprende cómo afecta la depresión a tu familiar o amigo, y qué hacer en caso de que empeore.
  • Conoce los riesgos de suicidio. Las personas con depresión corren mayor riesgo de suicidarse. Si tu ser querido presenta depresión grave, prepárate para la posibilidad de que en algún momento pueda tener pensamientos suicidas. Toma con mucha seriedad todas las señales de comportamiento suicida y actúa de inmediato.

Cuando tienes un ser querido con depresión, es importante que no te olvides de ti. Estas son algunas cosas que puedes hacer por ti mismo:

  • Infórmate acerca de la depresión. Cuanto mejor comprendamos qué causa la depresión, cómo afecta a las personas y cómo se puede tratar, podrás hablar mejor con la persona que te importa y ayudarla.
  • Cuídate. Apoyar a alguien con depresión no es fácil. Pídeles a otros familiares y amigos que te ayuden, y toma medidas para prevenir la frustración, así como el agotamiento. Busca tu momento para los pasatiempos, la actividad física, los amigos y la renovación espiritual.
  • Sé paciente. Los síntomas de la depresión mejoran con el tratamiento, pero esto puede llevar tiempo. Encontrar el mejor tratamiento podría requerir probar con más de un tipo de medicamento o de abordaje de tratamiento. Para algunas personas, los síntomas mejoran rápidamente después de comenzar el tratamiento. Para otras, demorará más tiempo.

Reflexión:

¿Qué es lo que más te preocupa de tener a alguien cercano con depresión?

¿Cómo puedes ayudar a una persona con depresión?

¿Como identificarias a alguien cercano a ti que tiene depresión?

Bibliografía:

La técnica GALA de Donald Altman: una forma innovadora de mejorar el bienestar emocional

La técnica GALA es una técnica innovadora creada por el psicoterapeuta y escritor Donald Altman, que se focaliza en mejorar el bienestar emocional y la resiliencia de una persona. Esta técnica se basa en el enfoque de la atención plena, y su objetivo principal es ayudar a las personas a mejorar su autoconciencia y a encontrar un equilibrio emocional saludable. Puede ser una manera efectiva de reducir el estrés y la ansiedad, y aumentar la autoestima.

¿Qué significa GALA?

GALA es un acrónimo que representa cuatro pasos para el bienestar emocional:

  • Gratitud
  • Aceptación
  • Amor
  • Acción

Cada uno de estos pasos es un proceso en sí mismo, pero juntos forman una herramienta poderosa para mejorar el bienestar emocional. A continuación, se detallan cada uno de los pasos de la técnica GALA.

Gratitud

El primer paso de la técnica GALA es la gratitud. La gratitud es la práctica de enfocarse en las cosas buenas de la vida, en lugar de enfocarse en lo negativo. Las investigaciones han demostrado que la gratitud puede tener un impacto positivo en la salud mental y emocional, lo que significa que puede reducir los niveles de ansiedad y depresión. La práctica puede ser tan sencilla como hacer una lista diaria de cosas por las que estamos agradecidos. La gratitud nos ayuda a sentirnos más positivos y optimistas, lo que mejora nuestro bienestar emocional.

Aceptación

El segundo paso de la técnica GALA es la aceptación. La aceptación es la práctica consciente de aceptar las cosas como son, en lugar de tratar de cambiarlas o luchar contra ellas. La aceptación no significa resignación, sino que implica reconocer que ciertas cosas están fuera de nuestro control, lo cual puede ayudarnos a reducir la ansiedad y el estrés al permitirnos enfocarnos en las cosas que podemos cambiar y dejar ir aquellas que no podemos.

Amor

El tercer paso de la técnica GALA es el amor. El amor es una emoción poderosa que nos ayuda a conectarnos con los demás y con nosotros mismos. La práctica del amor incluye la compasión, la empatía y la bondad. Cuando practicamos el amor, nos volvemos más conscientes de nuestras emociones y sentimientos, lo que nos ayuda a conectar con los demás de una manera más significativa y así desarrollar la empatía. La práctica del amor nos ayuda a sentirnos más felices y conectados, lo que mejora nuestro bienestar emocional.

Acción

El cuarto y último paso de la técnica GALA es la acción. La acción nos ayuda a poner en práctica los tres pasos anteriores. Cuando tomamos acción, estamos siendo proactivos y tomando el control de nuestra vida. La acción nos ayuda a cambiar las cosas que no nos gustan en nuestra vida, lo que mejora nuestro bienestar emocional. Es la práctica de establecer objetivos claros y trabajar hacia ellos de manera constante. Establecer una intención puede ayudarnos a sentirnos más enfocados y motivados, lo que puede reducir la ansiedad y la procrastinación.

Para practicar la técnica GALA, puedes seguir estos pasos:

  • Encuentra un lugar tranquilo y sin distracciones donde puedas sentarte cómodamente durante unos minutos.
  • Cierra los ojos y toma algunas respiraciones profundas.
  • Comienza a enfocarte en la Gratitud. Piensa en tres cosas por las que estás agradecido en este momento. Pueden ser pequeñas cosas, como el sol que brilla afuera, o grandes cosas, como el amor de tus amigos y familiares.
  • Luego, enfócate en la aceptación. Toma un momento para reflexionar sobre las cosas que estás luchando por aceptar en este momento. Practica dejar ir aquellas cosas que están fuera de tu control y enfocarte en lo que puedes cambiar.
  • A continuación, enfócate en la acciónn. Establece una intención clara para el día o la semana que viene. Puede ser cualquier cosa, desde hacer ejercicio todos los días hasta tomar un tiempo para leer un libro.
  • Finalmente, enfócate en el Amor. Toma un momento para reflexionar sobre cómo puedes amarte a ti mismo y a los demás de manera incondicional. Cuestionate sobre tus relaciones interpersonales y la calidad de las mismas.

En resumen, la técnica GALA es una herramienta poderosa para mejorar el bienestar emocional. Al practicar la gratitud, la aceptación, el amor y la acción, podemos mejorar nuestra autoconciencia y nuestra resiliencia emocional. La técnica GALA es fácil de aprender y puede ser utilizada por cualquier persona que quiera mejorar su bienestar emocional. Prueba la técnica GALA y descubre cómo puede ayudarte a sentirte más positivo.

Llegar a emociones más nucleares

A menudo los principales síntomas de la depresión son los caracterizados por una profunda sensación de tristeza. Sin embargo, los sentimientos y sensaciones que suelen ser más reconocibles para las personas que lo sufren, son la desesperanza, la apatía, desmotivación, hastío o un profundo cansancio. Estas sensaciones, si bien son muy importantes, pues es lo que más suele sentir la persona y generalmente es su principal queja, existen otras emociones más profundas que son subyacen siendo vitales.

Generalmente en la depresión existe una voz profundamente crítica y dura con uno mismo, por ejemplo “soy malo y nadie me va a querer”. Esa crítica genera sentimientos de vergüenza, de inseguridad o de tristeza principalmente. Conectar con esas emociones subyacentes resulta fundamental para salir del bucle de la desesperanza o del hastío. Ser consciente de la manera en la que nos criticamos, llegando a provocar  esas emociones más profundas y que son muy dolorosas, resulta vital en el proceso de sanar. En primer lugar porque al darnos cuenta aumenta nuestra sensación de control sobre lo que nos sucede, en gran medida porque ya no percibimos la depresión como algo externo que ha venido a invadir nuestra vida y nuestro cuerpo, sino porque al caer en la cuenta de qué cosas nos criticamos siendo terriblemente duros con nosotros, nos posibilita caer en la cuenta de que tenemos algo que ver en todo ese malestar que estamos sintiendo. Desde esa sensación de mayor agencia y responsabilidad, resulta más sencillo que podamos hacer algo con lo que nos sucede.

Además, en segundo lugar, hay que tener en cuenta que el organismo y el ser humano tiene una tendencia natural al crecimiento y al bienestar. Se trata de una tendencia natural y común en todos nosotros. Conectar con esas emociones subyacentes y que son tan dolorosas y con la crítica feroz con la que nos tratamos, permite que podamos conectar con emociones más saludables y que resultan protectoras. Principalmente surgen dos emociones aquí, como el enfado o la autocompasión. Las vías para desarrollar una depresión son múltiples, pero en muchas ocasiones la depresión tiene que ver también con haber reprimido el enfado durante mucho tiempo. El enfado se trata de una emociones energizantes, eso significa que nos da una sensación de energía en nuestro interior, de empoderamiento de lo que nos sucede, necesitando posicionarnos de una manera activa ante el malestar poniendo algún límite. Ese enfado a veces puede ser hacia nuestra propia voz crítica, sintiendo que no necesitamos más de eso en este momento y que ya está bien de recibir siempre tantos ataques, que en el fondo no nos merecemos un trato tan desproporcionado. De esa manera el enfado ahí mitiga la actuación de esa parte crítica de cada uno y permite poner distancia gracias a haber puesto límites.

Al mismo tiempo, la autocompasión resulta ser fundamental para tratarnos con más cariño, para una vez comprendido nuestra historia vital, por qué nos criticamos de esa manera y por qué sentimos esa profunda tristeza y malestar, darnos el abrazo a nosotros mismo que le daríamos a la persona que mas queremos en el mundo y cuidarnos. Esa compasión hacia nosotros, automáticamente sirve también como antídoto hacia esa profunda crítica que está tan presente en el desarrollo de la depresión.

Realizar este camino es algo posible y se realiza constantemente en clínicas de psicología, pero no resulta algo sencillo y menos aún de hacer uno mismo, de ahí la importancia de acudir a un especialista. Ese ya es el primer camino para cuidarte.

Alejandro Almandoz

Referencias:

Greenberg, L. S., Watson, J. C., & Goldman, R. (1998). Process-experiential therapy of depression.

Watson, J. C., Goldman, R. N., & Greenberg, L. S. (2007). Case studies in emotion-focused treatment of depression: A comparison of good and poor outcome. American Psychological Association.

¿Cómo influyen las redes de apoyo en alguien con depresión?

“Dime amigo – ¿La vida es triste o soy triste yo?”- Amado nervo

Para poder tener una comprensión acerca de las redes de apoyo, primero se debe entender que la depresión se caracteriza por un estado de ánimo bajo, apatía, pérdida de interés por actividades que anteriormente eran agradables, cambios en el apetito y en el sueño, entre otras. También, se caracteriza que es multifactorial con esto queriendo decir que incluyen componentes biológicos, sociales y psicológicos. Además, hay que tener presente que la depresión actualmente es vista como una enfermedad frecuente en la sociedad ya que 280 millones de personas la padecen. (OMS,2022)

De igual modo, esta enfermedad también es caracterizada por que la persona se sienta aislada, solitaria y sin esperanza, por ende, una red de apoyo, considerada como “un grupo determinado de su círculo social más cercano, que ofrece apoyo y soporte en aspectos relacionados a su bienestar integral, ya sea, familiares, amigos, compañeros de trabajo o estudio, profesionales de la salud mental, etc. ”, puede llegar a proporcionar un sentido de conexión y por supuesto un apoyo emocional, además, hace parte de un mecanismo esencial puesto que en la interacción con entornos de comprensión es posible generar una reducción en los síntomas de la depresión y encontrar nuevas formas para afrontar ciertas situaciones que le generan malestar.

Cabe resaltar que, como se mencionó anteriormente, una red de apoyo puede generar cosas positivas en la persona si bien, la persona quiere y desea esa ayuda, si está dentro de sus necesidades y si no le genera ciertas sensaciones físicas, con esto haciendo referencia a: miedo, angustia, sudoración, estrés, vacío. Si por el contrario, a la persona le llega a generar ese tipo de síntomas puede llegar a desarrollar con mayor posibilidad una depresión, ya que al ser un estímulo o algo que le genera alguna incomodidad o es un motivo de conflicto para la persona, esta persona más que ayudarla a sentirse comprendida lo que va a ocasionar es que experimente agobio, fatiga, mayor aislamiento, estrés y puede llegar a un punto de generar mayores pensamientos suicidas, por no poder mas con todo lo que le rodea, hasta llegar a mezclar la depresión con una ansiedad. (Lopez, Sanchez, 2001)

Como conclusión, es importante estar pendiente de una persona, teniendo siempre presente sus necesidades y su forma de expresarlo de forma directa, además, se puede orientar por medio de la búsqueda de algún profesional el cual lo pueda guiar a una mejoría.

Preguntas de reflexión

  • Consideras que tienes una buena red de apoyo para situaciones difíciles de tu vida
    Si la pregunta anterior fue no, haz una lista de personas las cuales consideres te puedan apoyar incondicionalmente, organiza el listado por grupos ya sea familiares, amigos y escribe cómo esta persona te podría apoyar, finalmente, resalta los que consideras más importantes.
  • Es importante tener presente que si una persona tiene depresión, no forzarla a realizar alguna actividad ya que puede llegar a generarle mayor malestar de lo esperado.

Referencias

Lopez, a., Sanchez E (2001). Estructura social, apoyo social y salud mental. Psicothema. Vol.13, nº 1, pp. 17-23

OMS Organización mundial de la salud (2022). Depresión en las personas

Termómetro de catástrofes

Todos experimentamos temor algunas veces. El temor es una emoción universal que nos indica que existe un peligro real. Es estas circunstancias es de mucha ayuda ya que tiene una función adaptativa y de supervivencia.

Sin embargo, cuando se presenta la ansiedad, el temor que experimentamos es excesivo, se caracteriza por estar alejado de la realidad porque no representa realmente un peligro o amenaza, pero nos genera un malestar muy alto, comprometiendo nuestro funcionamiento en nuestras diversas áreas.

En la ansiedad encontraremos en las personas creencias demandantes o rígidas respecto a las situaciones que le acontecen. De igual modo, pensamientos catastróficos, pensamientos respecto a si la amenaza o peligro que se imaginan sucediese no solo sería algo malo, desafortunado, sino que sería terrible, espantoso o lo peor. El problema esta la posibilidad que suceda eso amenazante que están pensando, y muchas cosas que son tomadas por los pacientes como terribles y lo peor, son tan solo desafortunadas o riesgos propios de la vida.

Además, el pensar de forma catastrófica, genera ansiedad pensando que deberíamos tener certeza para estar tranquilos cuando en la vida existe una gran cuota de incertidumbre.

El ejercicio del termómetro de catástrofes es una técnica que ayuda a las personas a debatir sus ideas catastróficas y ganar mayor perspectiva respecto a lo que piensa que puede suceder. Sirve para comprender que si bien las situaciones desafortunadas que están viviendo son adversas y difíciles, muchas veces no resultan realmente “lo peor del mundo” “terrible, espantosas o lo peor”.

A continuación, se explicará el ejercicio:

  1. Se trata de describir una situación que considere que ha sido horrible en la vida.
  2. Se le pide que ubique la situación en un termómetro, según lo malo que considere que ha sido, es o sería la situación que está pensando (100 es horrible/ terrible, 80 es muy malo, 20 muy malo, 10 un poco malo)
  3. Ahora, le pedimos que escriba algunas situaciones que considera desde muy graves hasta menos malas, tales como quedar invalido, un accidente, la muerte de un ser querido y otras experiencias negativas de menor gravedad y que las ubique cada una de estas 5 situaciones en esta escala.
  4. Analizando ahora lo colocado en la escala, se le pide a la persona que reflexione si colocaría la situación inicial en el mismo punto o la ubicaría de un modo diferente.
  5. Se traza una flecha desde donde ubicó dicha situación hasta el lugar del termómetro que la pondría ahora.
  • Este ejercicio finaliza preguntándole al paciente que aprendió haciendo este ejercicio. Y tú, cuantas veces has pensando de forma catastrófica, ¿después de leer este artículo piensas que era tan terrible como tu mente te lo estaba describiendo?

Referencias:

Bernard, Michael y  Terjesen, Mark. (2020). Rational-Emotive and Cognitive-Behavioral Approaches to Child and Adolescent Mental Health: Theory, Practice, Research, Applications. Springer, USA.

El Valor de la Red de contención en la Salud Mental

Las relaciones interpersonales son materia de estudio de distintas disciplinas que buscan, desde la ciencia, profundizar en los factores que impactan en el éxito o fracaso, en la funcionalidad o disfuncionalidad, en la salud o en el daño, de las relaciones humanas. Asimismo se conoce un abordaje biopsicosocial de la salud y de la enfermedad (Fernandes, 2009) que tienen en cuenta que los procesos psicodinámicos, bioquímicos, constitucionales y emocionales, de naturaleza vincular, son partes que integran una misma realidad.

Existen infinidad de modos de pensar las relaciones, pero hay un consenso al momento de pensar el deseo del ser humano, como una gran e intensa necesidad de ser y de ser en relación (Donati, 2012). Con esto nos referimos a que los vínculos impactan, más que el resto de las realidades que nos rodean, de una manera muy significativa en la vida, en la felicidad y en la salud de las personas, incluso como recurso para aliviar dolencias mentales como lo son el duelo y la depresión.

Robert Waldinger (2016), director del Harvard Study of Adult Development, una de las investigaciones más importantes del último tiempo que nos pone a reflexionar sobre la felicidad, la salud y la satisfacción personal, ha llegado a la conclusión contundente ¨Las buenas relaciones nos hacen más felices y saludables¨ y resume 3 de los hallazgos más importantes:

  1. Las personas con más vínculos: familias, amigos y comunidades, son más felices, más sanas físicamente y tienden a vivir más tiempo que las personas que no los tienen, ya que funcionan como red de apoyo y contención en momentos difíciles.
  2. No solo los vínculos importan, sino también la calidad de los mismos, hablamos de relaciones saludables. Cuando analizaron los estudios de las personas que investigaron cuando estos tenían 50 años, pudieron observar que los mayores pronósticos de cómo sería el envejecimiento no tenían que ver con los chequeos médicos o la salud física, sino con la satisfacción que tenían con sus relaciones.
  3. Las buenas relaciones protegen el cuerpo y el cerebro. Una relación de apego seguro en la que se tiene la certeza de que se puede contar con la otra persona, aunque las cosas se pongan difíciles, resultó ser un factor que impacta incluso en la función de la memoria.

Entonces, estas conclusiones son un claro llamado a pensar las relaciones como un recurso importantísimo en nuestra vida, en nuestra salud y bienestar mental, incluso como un factor protector. Pero… ¿Qué son los vínculos Sanos? Aquellas relaciones que cuentan con las 3 C: comunicación, retroalimentación y feedback para lograr comprenderse; compañerismo, acompañándose y compartiendo; y confianza, basada en el respeto.

Es un llamado a reflexionar sobre nosotros: ¿Cómo son mis relaciones? ¿Tengo vínculos sanos? ¿Qué hago para mantenerlos en mi vida y cultivarlos?.

Delfina Bauducco.

Referencias:

Donati, P. (2012). L’amore come relazione sociale. SocietàMutamentoPolitica: Rivista Italiana Di Sociologia, 2(4), 15–35. https://doi.org/10.13128/SMP-10603

Fernandes, W. J. (2009). Saúde mental: uma visão vincular – Dialnet. Revista Da SPAGESP – Sociedade de Psicoterapias Analíticas Grupais Do Estado de São Paulo, 10(2), 22–32. Retrieved from https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5513445

Robert Waldinger. [TEDxBeaconStreet]. What makes a good life? Lessons from the longest
study on happiness [Video]. https://www.ted.com/talks/robert_waldinger_what_makes_a_good_life_lessons_from_the_longest_study_on_happiness/comments

Potenciar la resiliencia como forma de afrontar la depresión

“La resiliencia no es algo que tienes, sino algo que descubres dentro de ti cuando enfrentas situaciones difíciles.” Elizabeth Edwards

¿Alguna vez han escuchado hablar de la resiliencia? Muy pocas veces se habla de esta palabra en nuestra vida diaria, en cambio de la depresión se habla mucho más. La resiliencia, según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. En psicología, agregamos que no solo somos capaces de afrontar la crisis o la situación traumática sino salir de ella fortalecidos. Como dice Karen Salmansohn: “la resiliencia es la habilidad de mantenerse fuerte en tiempos difíciles y salir fortalecidos de ellos.” De esta manera, la resilencia es una habilidad que nos ayudará a todos a afrontar la depresión.

La vida nos presentará diversas situaciones, que nos ponen a prueba, que superan nuestras capacidades, como puede ser una enfermedad, una ruptura, una pérdida, fracasos, entre otros. Todas estas situaciones y más, nos pueden poner al límite y cuestionarnos si tenemos la fuerza y voluntad para salir adelante. Y es cuando tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o sobreponernos y salir fortalecidos; practicando nuestra resiliencia.

La resiliencia no nace, se hace. Una persona o viene al mundo y es resiliente, si no que las situaciones lo van haciendo. Las personas resilientes ven como una oportunidad aquel fracaso que puede llevarnos a la depresión, a no querer hacer nada y no levantarse de la cama, como en la depresión mayor. Por el contrario, se levantan y ven la situación como un área de crecimiento y desarrollo de potencial.

Me gustaría poner un ejemplo sobre personas resilientes para hacer énfasis que no son personas que no hayan enfrentado adversidades, si no que son personas que a lo largo de su camino han enfrentado grandes obstáculos que afectan el estado emocional y muestran dolor y tristeza. Por ejemplo; las personas en Estados Unidos que sufrieron el atentado del 11 de septiembre de 2001, todos los esfuerzos que han hecho de manera individual para poder reconstruir sus vidas con aquella tragedia y sufrimiento experimentados.

Ahora que ya sabemos que es la resiliencia y como influye en situaciones difíciles que nos pueden llevar a la depresión, la pregunta es la siguiente: ¿Cómo puedo desarrollarla?
Cinco puntos que nos pueden ayudar a desarrollarla son los siguientes:

  1. Construir una red de apoyo: Mantener relaciones saludables con familiares y amigos y otros seres queridos. Esto ayuda a hablar con personas de confianza sobre tus problemas y preocupaciones. Que puedan escucharte y apoyarte en situaciones difíciles.
  2. Cuidar de ti mismo: Es muy importante prestar atención a tu bienestar físico, emocional y mental. Como dormir lo suficiente, hacer ejercicio de manera regular y practicar técnicas de respiración como inhalar y exhalar de manera profunda.
  3. Aceptar el cambio como parte de la vida: Todo evoluciona, por lo tanto tenemos que cambiar con ello y así lograr un crecimiento, aprender a ser flexibles y adaptarnos a situaciones que no podemos cambiar.
  4. Visión positiva de uno mismo: Cultivar un enfoque optimista de la vida ayudara a desarrollar la resiliencia. Ver los desafíos como oportunidad de aprendizaje y crecimiento en lugar de obstáculos insuperables. Practicar la gratitud puede ayudar a tener una mentalidad positiva.
  5. Dirigirte hacia tus metas: desarrollar la capacidad para hacer planes realistas y seguir los pasos llevarlos a cabo. Tomar decisiones pensando en que te acerca mas hacia tus metas, aunque parezcan logros pequeños. Cuestionarte sobre las cosas que puedes mejorar hoy y que te dirijan hacia el camino que quieres.

Desarrollar la resiliencia lleva tiempo y esfuerzo, no es algo que sucede de la noche a la mañana, pero con práctica y perseverancia puede fortalecer nuestra manera de afrontar las situaciones difíciles que la vida presenta de manera más positiva y saludable. Por lo que podemos concluir que la resiliencia es un recurso muy valioso para afrontar la depresión, siempre acompañado de la ayuda de un profesional de la salud.

Bibliografía
Comas-Díaz, L., Luther, S., & Maddi, S. (2011). Camino a la resiliencia. American Psychological Association. https://www.apa.org/topics/resilience/camino

Rosario. (2021). Qué es la Resiliencia y Los 12 Hábitos de las Personas Resilientes. El Prado Psicólogos. https://www.elpradopsicologos.es/blog/resiliencia-resilientes/

González V., (2015). 10 Formas prácticas de construir resiliencia. Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/formas-practicas-construir-resiliencia

Karla Orozco González

Desarrollo de un lenguaje emocional para contribuir al alivio de la depresión

«La comprensión y expresión de nuestras emociones son fundamentales para nuestra salud mental, y el desarrollo de un lenguaje emocional específico puede ser una herramienta importante para aliviar la depresión.» – Daniel Goleman

La depresión es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial, solamente en España aproximadamente el 5% de la población (2-3 millones de personas) sufren de depresión (cifra de la OMS). Es importante poderle poner un nombre a los sentimientos para poder aliviar los síntomas de la depresión. El desarrollo de un vocabulario emocional para poder entender, expresar, y asociar la situación con una emoción es muy importante para poder procesarla. Cuando no sabemos que nos está pasando, ni porque nos estamos sintiendo así, es porque no entendemos nuestras emociones, y entonces las guardamos. Ponerle nombre a lo que sentimos es supremamente importante. Al desarrollar un lenguaje emocional usamos nuestra cognición, para entender, y luego manejar la emoción adecuadamente. Para algunas personas puede ser difícil expresar sus emociones con palabras, y esto puede generar sentimientos de malestar, e incluso contribuir a la depresión.

¿Cómo puedo utilizar mi vocabulario emocional para ayudar a reducir la reactividad emocional y el estrés en mi vida diaria? Comprender y manejar nuestras emociones puede ser un reto, pero al usar las estrategias a continuación puede ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida.  Hay una relación directa entre la falta de habilidad para expresar las emociones y la depresión. En un estudio de la revista Psychological Science se mostró que las personas que podían identificar sus emociones negativas usando su vocabulario tenían una menor actividad en la amígdala, que es la parte del cerebro que se relaciona directamente con el estrés. Identificar y etiquetar tus emociones negativas con un buen uso de tu vocabulario emocional, puede reducir la activación de la amígdala y a su vez protegerte en contra de la reactividad emocional y depresión.

¿Cómo puedo ampliar mi vocabulario emocional? ¿Soy capaz de expresar con precisión mis emociones? Para empezar a desarrollar un lenguaje o vocabulario emocional para aliviar tus síntomas depresivos puedes empezar por hacer tu propio diccionario emocional, con significados, y ejemplos. Puedes hacerlo de esta manera:

  • Definir las emociones (que son): empezando por las más básicas: alegría, tristeza, miedo, ira, y sorpresa, y después expandir a las más complejas.
  • Identificar tus emociones con ejemplos de situaciones cotidianas: como te sientes si te quitan tu juguete, como te sientes cuando te levantas, que sientes cuando te tomas un café, que sientes cuando te duchas, que sientes cuando una persona te empuja en el metro… Acá estas nombrando y reconociendo la emoción que experimentas en un momento especifico. (Después de recibir una mala noticia, lloramos, porque estamos tristes).

Identificar y definir nuestras emociones nos permite comprender nuestros estados de ánimo, reacciones y comportamientos, y nos ayuda a comunicarnos mejor. Añadir ejemplos personales de situaciones donde experimentamos esa emoción es útil. Finalmente, aca te voy a brindar estrategias efectivas para manejar nuestras emociones:

  • Atención plena: estar presente en el momento
  • Regulación emocional: respiración profunda, relajación, meditación, yoga.
  • Ejercicio
  • Terapia psicológica o hablar con alguien de tu confianza
  • Escribir/dibujar (mándalas por ejemplo)
  • Leer libros o artículos sobre emociones para informarte y expandir tu vocabulario por ejemplo: Inteligencia emocional Daniel Goleman, Una mente inquieta Kay Redfield, La ciencia de las emociones Dylan Evans, y El lenguaje de las emociones Jarla Mclaren

Desarrollar un lenguaje emocional nos ayuda a expresar nuestras emociones de forma precisa, fomentando nuestro bienestar emocional. Al reconocer y expresar adecuadamente nuestras emociones, evitamos somatizar y enfermarnos. Es importante manejar nuestras emociones de manera efectiva, ya que la represión de estas puede aumentar el riesgo otras enfermedades. La falta de comprensión de nuestras emociones también puede acumular el estrés, y esto impacta negativamente nuestra salud física y emocional. Un mal manejo de nuestras emociones puede afectar nuestras relaciones personales y nuestra calidad de vida se vería afectada. El desarrollo de un lenguaje emocional especifico puede ser un paso importante para el alivio de la depresión. Ya que si las personas tienen las herramientas necesarias para expresar sus emociones con mayor precisión y facilidad pueden fomentar mayor comprensión y apoyo emocional, lo que contribuye a un mayor bienestar psicológico.

REFERENCIAS:

Aceptación y cambio: los dos lados del tratamiento para la depresión

«La depresión es como una bruma que cubre tu mente y te impide ver las cosas con claridad. Pero siempre hay un camino para salir de ella» – Matthew Quick.

¿Crees que la aceptación y el cambio son dos de los factores más importantes para el tratamiento de la depresión?

En la actualidad, la depresión es uno de los trastornos mentales más comunes y que afecta a todas las personas, sin considerar edad, género u origen. Se estima que ha llegado a más de 300 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).  Esta se caracteriza por la sensación de tristeza profunda, desesperanza, falta de energía y la disminución de la capacidad para sentir placer. Se puede tratar de diversas formas, pero, en este artículo hablaremos de las dos principales: aceptación y cambio (APA, 2013).

Para trabajar con personas que tengan depresión, un primer e importante paso es la aceptación. Es un proceso necesario para el tratamiento porque ayuda a que la persona reconozca que está pasando por una enfermedad y que necesita ayuda para poder superarla. Esto implica dos palabras claves: reconocer y aceptar. Dentro de ella, la persona intenta identificar que hay pensamientos, emociones y sensaciones que son difíciles de eliminar, evitarlas o cambiarlas pero que aceptándolas como parte de la depresión puede ayudarla a que tolere de una mejor manera el malestar y, así, reducir el sufrimiento.

La aceptación tiene muchos beneficios, como el que ayuda a disminuir el sentimiento de culpa o de vergüenza que alguien pueda sentir. Cuando una persona acepta que tiene depresión, en vez de luchar contra ella o negarla, comienza a comprender la situación por la que está pasando, disminuyendo las resistencias y llegando a verla con actitud autocompasiva. Esta última es uno de los principales beneficios, donde uno empieza a trabajar hacia sí mismo, en su recuperación sin culparse ni juzgarse, siendo más empáticos con lo que sienten y lo que viven. Validando lo que le sucede, como los solemos hacer con algún amigo o familiar cuando lo notamos triste.

Por el otro lado del tratamiento está el cambio, es un elemento fundamental para poder superar la depresión. Este implica asistir a un proceso de psicoterapia y comprender los pensamientos y comportamientos que influyen en su depresión. Así como desarrollar estrategias y habilidades para abordar los patrones. En este se busca mejorar el estado de ánimo de los consultantes, reducir los niveles de ansiedad, mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo en enfermedades. Por lo que los cambios no son solo beneficiosos para la salud mental, sino para la física también.

Asimismo, hay cambios en el estilo de vida, ya que está comprobado que el ser más saludable puede reducir los síntomas. Esto implica:

  • Hacer ejercicio
  • Alimentarse de manera adecuada y saludable
  • Descansar lo suficiente por las noches
  • Evitar el consumo de sustancias como alcohol o drogas

Ayuda a que uno se sienta mejor de manera general y a tener más energía y motivación.

La aceptación y el cambio, los dos elementos fundamentales, son complementarios mas no excluyentes. Ambos tienen evidencia sobre su eficacia en el tratamiento. Cada proceso de aceptación y cada tratamiento es distinto y único para cada persona. Es fundamental que la terapia sea individualizada y se adapte a las necesidades y preferencias de cada paciente.

Es importante que consideremos que cada uno es diferente y que es importante trabajar con un profesional de la salud mental para que desarrolle un plan de tratamiento único donde se trabajen las diferentes necesidades.

Preguntas para reflexionar:

  • ¿De qué manera la resistencia al cambio puede estar contribuyendo a mantener mi depresión? ¿Cómo puedo superar esta resistencia?
  • ¿Qué papel juega la autocompasión en la aceptación de mi depresión? ¿Cómo puedo desarrollarla?
  • ¿Hasta qué punto debo llegar para aceptar y reconocer que necesito psicoterapia para trabajar mi depresión?
  • ¿Cómo crees que te puede ayudar un profesional de la salud mental en tu proceso de depresión o a alguna persona cercana?
  • ¿Cómo crees que puedes integrar lo que aprendes en terapia en tu vida cotidiana?

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5). Washington, DC: American Psychiatric Association.

Hayes, S. C., Strosahl, K. D., & Wilson, K. G. (2012). Acceptance and commitment therapy: The process and practice of mindful change. Guilford Press.

Giulia Camaiora Chiappe

Recursos para aliviar la depresión: conectar con la tristeza y con lo que me está faltando

La depresión es un estado físico y emocional caracterizado por sentimientos constantes de vacío, desesperanza, pérdida de interés, de motivación y de la capacidad para experimentar placer. Es una desconexión con la vida y con uno mismo. Podría definirse como una sensación de “no puedo conseguir nada de esta vida”, “no puedo sacar nada de ella… ni de mí”, entonces “me abandono”.

La etiqueta de “depresión”, compuesta por los estados y sensaciones descritos anteriormente, podría compararse con las capas de una cebolla. Si le vamos quitando capas a ese estado de aletargamiento aparente, llegamos a emociones más nucleares como la culpa (hay algo mal/defectuoso en mí, no soy válido o soy inadecuado), el abandono (soy frágil/ débil) y la indefensión (con esta sensación que tengo de mí mismo, no puedo hacer nada para cambiar ni para satisfacer mis necesidades ni motivaciones vitales). Esto desemboca en la sensación crónica de desesperanza.

Una vez llegados a esos núcleos, será importante conectar con ellos, conectar con las pérdidas que he tenido, con lo que me ha faltado y me está faltando procesar el duelo hasta llegar a la aceptación de lo que fue y poder “actualizarse” en el presente. La clave reside en darse a uno mismo lo que se necesita y sentirse legitimado para ello. Será interesante procesar en qué momento se perdió esta sensación de valía y de derecho, cuándo, para qué, con quién, cómo…. Será importante entonces, sentirse y escucharse para llevar a cabo respuestas diferentes que lleven al cuidado de uno mismo.

Si siempre hacemos lo mismo, siempre conseguiremos lo mismo. Por el contrario, si hacemos algún cambio, sabremos al menos, que hay opción de conseguir algo diferente.

Por tanto, para aliviar la depresión hay que conocer lo que uno necesita, modificar la sensación de “no puedo hacer nada para conseguirlo”, reempoderarse y desarrollar sentimientos de auto valoración. En definitiva, conectarse con uno, para conectarse con la vida.

Aquí van algunas preguntas que puedes hacerte todos los días para sentirte un poco más conectado:

  • ¿Qué necesito?
  • ¿Cómo es la sensación de mí mismo aquí y ahora?
  • ¿Qué puedo hacer para sentirme un poco mejor hoy? ¿me lo puedo dar? ¿Lo puedo pedir?
  • ¿Qué es lo que me faltó en el pasado? ¿puedo hacerme cargo de eso yo ahora?

Aitana Navia López