¿Qué significa reprimir las emociones y porque se da esto?

“Sentir es lo más valiente que hay. requiere agallas” Sergi Rufi

En la actualidad se ha visto como multitudes de personas principalmente los hombres reprimen sus emociones de forma constante, con esto, queriendo decir que en muchas ocasiones se tiende a invalidar, ignorar o disimular las emociones que van surgiendo de forma cotidiana o natural, además, hay que tener en cuenta que esto no solo es visto en la expresión emocional , sino también se suele evitar ciertos recuerdos o pensamientos que puedan generar emociones desagradables, aquellas que no nos hacen sentir “bien”, ya sea la ira, la tristeza, el dolor, el miedo o la angustia.

Por tal razón, después de evitar sentir todas estas emociones, llegan instantes en los cuales se cree que ya no se puede más, se empieza a generar un dolor tan profundo que su forma de expresarlo es con llanto.

La represión frecuentemente  se debe, a que  los  seres humanos, en diferentes momentos de la vida les cuesta mostrarse débiles o vulnerables ante los demás, debido a que se tiene el miedo de ser lastimados, por tal razón se prefiere evitar sentir,  expresar o escucharnos a nosotros mismos, para así podernos mantener a “salvo” así sea por un momento, sin embargo, hay que tener presente que estas acciones pueden llegar a tener influencias negativas para el cuerpo.

También se ha observado, que la propia represión de las emociones tiene una función social. Como bien se sabe, en un inicio se trata de un proceso adaptativo y a veces cultural por ende, a menudo se toma como necesaria la inhibición de ciertas reacciones emocionales que puedan afectar de cierta manera las relaciones sociales o el funcionamiento de estas mismos.

Teniendo en cuenta lo anterior, se debe comprender que esta represión no solo puede afectar de forma emocional sino también mental, física,Por ende, pueden llegar a haber diferentes consecuencias ya sea en tus comportamientos, en tu estilo de vida, quizás también puedas tener efectos parecidos al estrés o la ansiedad, ver un aumento en el  ritmo cardíaco, tener dolores de cabeza, tener faltas de aire, tener tensión muscular,  dolores estomacales, vómitos, estreñimiento, insomnio, desgano por hacer cualquier actividad. Así mismo cuando esta represión emocional es crónica (Lleva mucho tiempo), puede llegar a bloquear el funcionamiento del pensamiento, alterar las funciones intelectuales y obstaculizar la interacción equilibrada con nuestros semejantes.

Finalmente, si crees que estás reprimiendo tus emociones, recuerda que estás a tiempo para pedir ayuda y lograr sacar todo aquello que te lastima y no te deja continuar.

Para reflexionar

  • Ten siempre presente que es importante no minimizar lo que sientes
  • ¿Crees que vale la pena reprimir tus emociones y que tu salud se vea afectada?
  • ¿Crees que te hace bien reprimir para llegar a un momento en cual te vas a sentir vacío o con mucho dolor?

Referencias

Mariano Chóliz (2005): Psicología de la emoción: el proceso emocional

Piqueras Rodríguez, J. A., Ramos Linares, V., Martínez González, A. E., & Oblitas Guadalupe, L. A. (2009). Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física. Suma Psicológica, 16(2), 85-112.

Hiper Positivismo: Miedo al sufrimiento

Hiper Positivismo: Miedo al sufrimiento

Muchas personas padecen de miedo al sufrimiento, que se puede manifestar como temor a experimentar dolor, tanto emocional como físico. Precisamente, este miedo puede hacer que sea difícil para las personas aceptar la inevitabilidad del dolor y el sufrimiento en sus vidas y puede llevar a un estado constante de ansiedad y preocupación.

Una de las principales razones por las que las personas temen sufrir es debido a la percepción de falta de control que tienen sobre ello. Cuando nos enfrentamos al dolor y al sufrimiento, podemos sentir que no tenemos otra opción que soportarlo y eso puede ser inquietante. Aún más, podemos pensar que el dolor y el sufrimiento son arbitrarios e injustos, lo que puede llevar a sentimientos de impotencia.

Otras de las razones por las cuales las personas suelen tener miedo al sufrimiento es porque puede ser un recordatorio de nuestra vulnerabilidad y mortalidad.

De la misma manera, las narrativas culturales y sociales sobre el dolor y el sufrimiento contribuyen al miedo al sufrimiento. Solemos concebir el dolor y el sufrimiento como una señal de debilidad. Por consiguiente, esto puede dificultar que aceptemos el dolor y el sufrimiento como una parte natural de la vida y que es inherente al ser humano. Igualmente, el hiper positivismo de nuestra sociedad actual suele hacernos sentir culpables cuando no estamos constantemente felices o alegres.

Aceptar la realidad del dolor y del sufrimiento puede ser un proceso difícil y desafiante. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que es algo natural y que, aunque no podamos controlar ciertas cosas, podemos controlar como decidimos responder hacia ellas. En lugar de tenerle miedo al sufrimiento, podemos enfocarnos en desarrollar una mentalidad de resiliencia, aceptacion y gratitud.

Por lo tanto, reconociendo que todos experimentamos sufrimiento y que no es una señal de debilidad o fracaso personal puede ser útil. Y es importante recordarnos a nosotros mismos que el dolor y el sufrimiento no dura para siempre. Igualmente, buscar ayuda y apoyo profesional puede ser beneficioso para aquellas personas que se les dificulta aceptar el sufrimiento. Encontrar un buen sistema de soporte y mecanismos de afrontamiento saludables nos puede ayudar a navegar los momentos difíciles y encontrar una perspectiva más saludable de la vida.

Marie-Pierre Capeans

Positividad tóxica y redes sociales

POSITIVIDAD TÓXICA Y REDES SOCIALES

Como sabemos nuestras emociones nos informan de lo que está pasando en nuestro día a día y tanto las emociones agradables como desagradables son útiles y nos dan información acerca de lo que queremos y necesitamos. Sin embargo, hoy en día existe una creciente tendencia a promover el “pensar en positivo”. De hecho, en redes sociales nos encontramos con gran cantidad de cuentas que promueven mantras positivos y mensajes de empoderamiento que pretenden ser de ayuda.

En teoría esto debería ser beneficioso, pero en realidad puede llegar a ser increíblemente perjudicial. Y es posible que nos paremos a preguntarnos ¿Cómo es posible que el positivismo sea algo negativo? La positividad tóxica es un concepto que promueve una mentalidad positiva y feliz sin importar lo difícil nuestra experiencia. El problema con esto viene cuando se invalidan las emociones de las personas y nos hace sentir que no está bien tener a veces sentimientos “negativos”, especialmente si estamos pasando por una experiencia difícil. Esto ejerce presión sobre las personas para fingir que somos felices incluso si no lo somos, lo que genera una gran incongruencia.

Puede parecer que la positividad tóxica está en todas partes en las redes sociales, ya que se ha convertido en una tendencia. Esto puede dar lugar a que las personas nos sintamos inseguras a la hora de compartir nuestras emociones negativas con alguien más, ya que, miremos a donde miremos se nos empuja a que lo intentemos verlo con positivismo, invalidando nuestra experiencia de sufrimiento. Sin embargo, si que existen formas de evitar la positividad tóxica en las redes sociales y mejorar el bienestar personal en este sentido. Las redes sociales a menudo tienen la reputación de ser malas para la salud mental, pero en realidad se trata de cómo eliges usarlas. Si nos sentimos mal la mayoría de las veces después de pasar tiempo en las redes sociales, puede ser hora de reevaluar nuestra relación con ellas. Si bien muchas de estas cuentas que promueven mantras y mensajes positivos pueden parecer útiles, en algunos casos solo ponen una tirita en lo que estamos experimentando. Reprimir nuestros verdaderos sentimientos no hará que desaparezcan.

De hecho, Beecroft dice que no podemos elegir las emociones que sentimos, pero podemos elegir permitirnos sentirlas, aceptarlas y usar nuestras herramientas de afrontamiento para ayudar a mantenernos conectados a tierra y presentes en esos momentos. Es importante que busquemos ser realistas con nosotros mismo evitando comparar nuestra vida con las historias que otra persona sube a Instagram representando lo que se supone que es ser “feliz. Es importante que nos sentemos con nuestras emociones tanto las “positivas” como las “negativas”. Debemos entender que tenemos todo el derecho de estar enfadados o tristes. De hecho, si en algún momento te habías planteado que este tipo de positivismo en redes puede hacerte mal siempre puedes probar a:

  • Dejar de seguir cualquier cuenta que no te haga sentir bien. Si es un amigo cuya positividad tóxica te está deprimiendo y te sientes incómodo al dejar de seguirlo, puedes elegir restringirlo o silenciarlo, y nunca lo sabrá. Tú y tu salud mental deben ser una prioridad por encima de cualquier otra cosa.
  • Elegir seguir las cuentas con las que te sientas más identificado o que te inspiren. Si te encuentras navegando sin pensar en las redes sociales y no obtienes nada bueno de ello, también puede ser beneficioso limitar la cantidad de tiempo que pasas en estas plataformas cada día.
  • Intentar cambiar tu rutina, pasando más tiempo en persona con tus seres queridos o con la naturaleza.

Peguntas para reflexionar:

  • ¿Conocías el concepto de positividad tóxica?
  • ¿Se te ocurre alguna otra forma de combatirlo?
  • ¿Te has sentido alguna vez invalidado por algún post que has leído en Instagram por empujarte a sentirte mejor? ¿Qué hiciste? ¿Qué harías ahora?
  • ¿Crees que podrías identificar en redes sociales un post de positividad tóxica?

Raquel Bertaccini

Presión social en la cultura del bienestar

Presión social en la cultura del bienestar

Según la teoría de la autodeterminación, el individuo tiene tres necesidades psicológicas básicas: competencia, autonomía y relación. Esta última implica que sea un ser sociable por naturaleza, que esté en constante interacción y busque ser aceptado e integrado por los demás. Al querer formar parte de los diferentes grupos y entornos sociales, muchas veces, se siente presionado e intranquilo porque tiene que realizar ciertas cosas que no necesariamente le gustan ni comparte pero que las ayudarán a ser aceptado.

Al vivir en un mundo en el que es importante cumplir con ciertos estándares sociales, para poder pertenecer o encajar, el ser humano suele dejar de lado aquello que es importante para uno mismo y, en muchas ocasiones, afecta la salud mental. En este proceso de ser aceptados, se ha enseñado que estar y sentirte bien es lo correcto e ideal. Donde se ha aprehendido que uno debe de sentirse bien todo el tiempo y, sin ser eso suficiente, demostrárselo al resto a través de palabras, actividades y hasta redes sociales.

La presión social impuesta en la cultura del bienestar genera diferentes sensaciones, como sería frustración. Esta impide que las personas se dejen sentir emociones con naturalidad y solo se permiten tener sensaciones o emociones consideradas como positivas, evitando las negativas e incómodas. Se trata de que el individuo evite mostrar sus vulnerabilidades a los demás, y esto llega a generar círculos de reactividad, donde uno termina diciendo las cosas con gritos, exigencias, quejas, evasiones y hasta huidas.

La presión social viene acompañada de una cultura de positivismo extremo, en donde te impone que ser feliz y sentirte bien es lo correcto a pesar de que vivas diferentes situaciones que te generen tristeza, miedo, angustia o ansiedad. Esta viene acompañada de muchas frases como “tienes que estar bien”, “pase lo que pase hay que ser feliz”, “tu felicidad depende de ti”, entre otras, que son compartidas en los medios de comunicación generando un impacto negativo de mucha presión y frustración en las personas.

Asimismo, aparecen emociones como el miedo, la culpa y la angustia hacia no sentirse bien todo el tiempo y el rechazo hacia cualquier emoción negativa que uno sienta, sea cual sea la situación que uno esté viviendo. A raíz de esto, la persona tiene la necesidad de no sentir sufrimiento y lo ve como algo perjudicial para su salud mental y bienestar integral.

Sin embargo, el sufrimiento es natural y necesario en la vida del ser humano; ya que en el día a día vivimos diversas situaciones: pérdidas, duelos, conflictos, incertidumbres, entre otras que no son agradables ni placentera. La presión al bienestar, inconscientemente, genera sufrimiento, ya que invalida que uno sienta cualquier tipo de emoción que te aleje de la cultura del estar bien.

A raíz de lo expuesto, es importante que aprendamos a conocer las emociones, que validemos aquello que sentimos, que aceptemos cada emoción y que seamos compasivos con nosotros mismos y con los demás. Eduquemos a una sociedad con un mayor vocabulario emocional, generando individuos empáticos donde se valide al otro, y se eviten generar juicios de valor, expectativas y prejuicios.

 

Giulia Camaiora Chiappe

 

Hiperpositivismo en la toma de decisiones

HIPERPOSITIVISMO EN LA TOMA DE DECISIONES

Hoy en día nos encontramos rodeados de tantos círculos donde se nos prohíbe pensar en negativo o tener alguna idea que nos lleve a la línea de pensamiento del mal llamado “fracaso”, encerrándonos en una burbuja donde solo puede existir el positivismo, dando como fruto una persona con un hiperpositivismo “toxico”.

El hiperpositivismo, es el equivalente a la positividad tóxica, la cual hace referencia a la imposición de un pensamiento positivo como la única forma de solución a los problemas, exigiendo que las personas eviten o nieguen pensamientos negativos y no expresen emociones negativas.

Todo esto nos hace referencia a un estado emocional exageradamente positivo u optimista, donde una persona experimenta emociones intensas y prolongadas de euforia o alegría, incluso en situaciones que no lo justifican.

En la toma de decisiones, la hiperpositividad puede tener consecuencias negativas. Cuando una persona es hiperpositiva, puede ser propensa a subestimar los riesgos y a tomar decisiones irracionales o imprudentes. Esto puede llevar a una sobreestimación de las oportunidades y a una falta de consideración de los factores negativos o de los peligros potenciales. Por lo tanto, puede ser importante tener en cuenta esta tendencia hacia la hiperpositividad y buscar un equilibrio entre el optimismo y la cautela en la toma de decisiones importantes.

Un ejemplo cotidiano que podemos encontrar sobre la hiperpositividad, es la migración a otro país, cuando al salir de tu país te prohíbes pensar en que exista la posibilidad al fallo de alguna idea del plan, dejándonos con solo las ideas positivas y de que “todo va a salir bien”, causando que cuando esto sea lo contrario, la persona caiga en un estado de decepción muy grande y llevándonos a estados de ánimos de suprema tristeza.

Es importante destacar que pensar en positivismo esta bien, pero es adecuando mantener un equilibrio, teniendo cabida para comprender que no siempre todas las decisiones que tomemos nos llevaran por el camino de la felicidad.

JENNIFER GINER PALENCIA.

Flexibilidad y equilibrio entre lo positivo y lo negativo, para la salud mental

Flexibilidad y equilibrio entre lo positivo y lo negativo, para la salud mental

 

El hiperpositivismo está de moda. ¿Pero sirve? ¿Estar feliz todo el tiempo es posible? La generación de hoy en día está en búsqueda de la satisfacción instantánea y el placer inmediato. No saben lo que es la espera de la gratificación.  Existe una presión social en tener que estar feliz, pero nadie lo es todo el tiempo, esto es un mito y hay que desmentirlo. Las neurosis se basan en una presión constante hacia la perfección que nunca se va a lograr, es inalcanzable. Ser perfecto es un pensamiento abstracto, imposible de alcanzar y es muy difícil ser positivo bajo esta presión.

 

En general, las personas no ven con buenos ojos tener momentos negativos. Es importante para la salud mental lograr tener flexibilidad entre las emociones positivas y las negativas, y ponerse metas realistas, ya que la meta de: “ser feliz todos los días” es inalcanzable. Es importante buscar un punto medio para evitar llegar a los extremos, ya que cualquier extremo es tóxico. La vida está llena de imprevistos y no podemos contar con esa felicidad constante, debemos procurar llegar a un punto de equilibrio y tranquilidad. Es imposible controlar lo que pasa en nuestras vidas, por lo que es importante poder adaptarnos a las situaciones, de ahí la importancia de que nuestras emociones cuenten con momentos para ser reconocidas y expresadas correctamente.

 

Permitirse estar mal también es sano ya que todas las emociones tienen un puesto importante en nuestras vidas y hay que aprender a darles un buen manejo. Hay momentos en los que se puede llegar a sentir gran tristeza y la presión social busca que se salga rápidamente de ese estado negativo. Sin embargo, hay que permitirse vivir esos momentos negativos, o más bien momentos malos o problemáticos. Tenemos que aceptar que la vida trae situaciones tanto negativas como positivas, y la actitud con la que afrontamos el problema, es determinante. Así como la vida presenta situaciones negativas a las cuales llamamos problemas, también trae soluciones; Ante todo hay que aceptar la realidad como es y entender que la realidad no siempre es positiva. Una  actitud positiva es importante ya que esta te lleva a sentirte mejor ante un problema.

 

El ser humano no puede escoger ni planear lo que le pasa en la vida, pero si puede decidir qué actitud tomar ante las circunstancias que se le presenten. Relajarse, y permitirse estar triste ante una situación difícil es una manera de afrontar el problema. Eludir la tristeza y el sufrimiento, puede generar un sentimiento de mayor tristeza y sufrimiento, porque ignorarlo puede causar ansiedad al no expresar lo que se tiene dentro e incluso puede llevar a la enfermedad. No está comprobado que tener pensamientos positivos o de felicidad, lleven efectivamente a estar feliz, es más importante aceptar y validar las emociones desfavorables.

 

Lograr flexibilidad y  equilibrio mental para estar bien psicológicamente, no es fácil, es una tarea que implica un trabajo constante, que comienza por aceptar que no se puede estar bien todo el tiempo. Por esto debemos intentar ser más flexibles con nosotros mismos. Si un día no sale bien no importa, no hay que ser rígido, la rigidez lleva a la ansiedad, y todo lo que lleve a la ansiedad tiene que salir de nuestra vida.  Las emociones negativas son parte de nuestras vidas, y es imposible desaparecerlas. Es importantísimo contar con una persona que pueda ayudar a validar y reconocer esas emociones, ya que es una de las formas de catarsis más importantes para no generar síntomas ansiosos o depresivos.

 

  • Beatriz Preciado

Hiperpositivismo

¿Cuándo el hiperpositivismo como estrategia de afrontamiento se convierte en una tendencia a reprimir las emociones desagradables?

Cuando hacemos referencia al hiperpositivismo hablamos de una generalización excesiva por centrarse únicamente en las cosas positivas que suceden a nuestro alrededor, ignorando o reprimiendo las situaciones que nos producen emociones desagradables, lo cual ha sido ocasionado por una imposición de pensamiento de nuestros círculos sociales, como la única forma de solución a los problemas, causando que no conectemos y experimentos adecuadamente nuestras vivencias y rechacemos la existencia de otros sentimientos.

Es adecuado que en diferentes situaciones desagradables el ser humano opte por tener una postura positiva frente a la adversidad, debido a que es una necesidad de supervivencia, sin embargo, nadie esta exento de atravesar por una experiencia difícil y mantener una actitud positiva no siempre nos permite desarrollar herramientas de afrontamiento asertivas, por ejemplo, pensemos por un momento que te despiden de tu empleo por un error que tu no cometiste, y no te permites aceptar que estas enojado, triste, etc, y solo te enfocas en ver lo positivo de la situación; “no te enfades, agradece por todo lo bueno que viviste y por lo que tienes ahora”, “esto podría ser peor, tienes que ver la parte positiva” y muchas más frases como estas te puedes encontrar, porque quizás ya las has escuchado en otros contextos de la vida, las cuales no permiten conectar con el dolor, exigiéndote evitar, negar y reprimir las emociones desagradables.

Construir una personalidad falsa no permite conectar con uno mismo, y es necesario aceptar que existen emociones desagradables, aunque en varias situaciones esto nos pueda resultar conflictivo, debemos permitirnos identificar, reconocer, y cambiar el lenguaje, es decir validar los sentimientos que se puedan estar viviendo de una manera realista y sana.

Viviana Navarro

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