¿La tristeza puede afectar a un sistema tan físico como lo es nuestro sistema inmunológico?

Nuevos estudios parecen confirmarlo. La idea general empezó con el concepto de opioides endógenos,  moléculas que actúan como las drogas opioides, aliviando el dolor, y estando presentes de forma natural en nuestro organismo. Se sabe que hay un aumento de opioides endógenos cuando alguien tiene tristeza o depresión, pero esto parece  contraintuitivo, ya que las personas con depresión siguen experimentando dolor.

Entonces, ¿Qué está pasando?

Paradójicamente, aunque un aumento de opioides endógenos debería crear una reducción de dolor, por sus otras funciones, hace lo opuesto. Los opioides endógenos también influyen en la producción de las citokinas, un tipo de proteínas que pueden causar inflamación periférica en el cuerpo, causando dolor (Zhang, An, 2007).  El incremento en la cantidad de opioides endógenos aumenta las citokinas, creando más inflamación. También existe una relación entre las citokinas y la progresión de la placa que causa problemas cardiovasculares muy peligrosos(Prossin, Koch, Campbell, Barichello, Zalcman, Zubieta, 2016).

La citokina más importante en este proceso es la interleukin-18 (IL-18). En un estudio, se compararon personas con depresión y personas en quienes se provocaron sensaciones de tristeza. Se registraron niveles aumentados de citokina IL-18 en ambos grupos, y,los niveles de opioides endógenos fueron proporcionales a los niveles de citokina IL-18 (Prossin et al., 2016).

Necesitamos hacer estudios que investiguen cómo las citokinas pueden afectar los problemas cardiovasculares y somáticos. Solo tenemos un entendimiento básico de cómo afectan el cuerpo, pero las insinuaciones de este estudio son muy importantes para entender nuestro sistema inmunológico.

¿Piensas que podemos encontrar una solución completa para ayudar a gente con depresión aliviando su dolor físico?

Por: Daria Usab, alumna de la Universidad de Minnesota