El trauma psicológico se define como una respuesta emocional a un evento que una persona percibe como abrumador y potencialmente dañino. Según la Teoría del procesamiento dual del trauma, nuestras experiencias traumáticas se almacenan en la memoria de una manera diferente a los recuerdos habituales, lo que puede llevar a que los recuerdos dolorosos dominen nuestra vida diaria (Brewin et al., 1996). Esta disfunción en el procesamiento de los recuerdos puede dar lugar a síntomas persistentes que afectan el bienestar emocional y la calidad de vida.

Una herramienta terapéutica efectiva para abordar estas dificultades es la escritura libre. Esta técnica se basa en principios de la Terapia Narrativa y la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), y proporciona un medio sencillo para liberar pensamientos y emociones reprimidas. Al permitir que los sentimientos se expresen sin filtros, se facilita la comprensión y la exploración de nuevos significados detrás de ellos. De hecho, estudios han demostrado que escribir sobre experiencias traumáticas ayuda a reducir los síntomas del estrés postraumático y promueve la expresión emocional (Pennebaker, 1997; Smyth, 1998).

¿Cómo practicar la escritura libre?

Para implementar esta técnica, sigue los siguientes pasos:

  1. Encuentra un espacio tranquilo: Busca un lugar donde puedas escribir sin interrupciones. Puedes utilizar papel y bolígrafo o un ordenador, según tu preferencia.
  2. Deja fluir tus pensamientos: Permite que tus ideas fluyan libremente, sin preocuparte demasiado por la ortografía o la gramática. Comienza escribiendo sobre cómo te sientes, un recuerdo específico o cualquier preocupación que tengas.
  3. No te censures: No te preocupes si lo que escribes parece confuso, irrelevante o repetitivo. El objetivo es permitir que tus emociones y pensamientos se expresen sin restricciones.
  4. Dedica tiempo a la escritura: Escribe sin parar durante 10-20 minutos. A medida que avanzas, notarás que las palabras empiezan a fluir más fácilmente.
  5. Reflexiona sobre lo escrito: Al terminar, tómate unos minutos para pensar en lo que has escrito. Pregúntate:
    • ¿Me resultó difícil empezar a escribir?
    • ¿Qué emociones experimenté durante el proceso?
    • ¿Cómo me siento ahora?
    • ¿Me ha sorprendido algo de lo que he escrito?

Tras un tiempo, considera si esta herramienta te ha sido útil y si ha mejorado tu bienestar emocional. La escritura libre es una técnica accesible que puedes utilizar en cualquier momento, tantas veces como necesites. También puedes regresar a lo que has escrito en otros momentos para reflexionar sobre tu proceso emocional. Al integrar esta práctica en tu rutina, puedes fomentar una mayor conexión con tus pensamientos y emociones, lo que puede resultar beneficioso para tu bienestar psicológico.

Sara Morán

Referencias

  • Brewin, C. R., Dalgleish, T., & Joseph, S. (1996). A dual representation theory of posttraumatic stress disorder. Psychological Review, 103(4), 670-686.
  • Pennebaker, J. W. (1997). Writing about emotional experiences as a therapeutic process. Psychosomatic Medicine, 59(3), 281-284.
  • Smyth, J. M. (1998). Written emotional expression: Effect sizes, outcome types, and moderating variables. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 66(1), 174-184.

 

Psicóloga en Madrid
Directora, psicóloga y supervisora en  |  + posts

Terapeuta Gestalt especializada en un modelo integral de intervención para el tratamiento de la ansiedad, trastornos del estado de ánimo, estrés, enfermedades psicosomáticas, y acompañamiento en la etapa perinatal, entre otros.

Tags: Trauma

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