Etiquetas en la Psicoterapia
Se ha debatido mucho, en el ámbito de psicoterapia y desde distintas corrientes, sobre el efecto de poner “etiquetas” refiriendo a un diagnóstico específico, y sobre todo si éste debe nombrarse como tal al paciente.
Es verdad que estas etiquetas existen por un motivo, y que por el mismo motivo se ha trabajado tanto en desarrollar y actualizar los manuales diagnósticos, como el DSM y el CIE. Ponerle nombre a una determinada enfermedad, trastorno o condición ayuda a delimitar lo que es esperado dentro de ciertas circunstancias y también para desarrollar un plan de tratamiento en el que la persona pueda obtener la mayor calidad de vida posible o, incluso sanar y recuperarse.
Sin embargo, ¿hasta qué punto es bueno etiquetar a una persona?
Una etiqueta puede afectar en gran medida tanto a la persona como a los médicos y terapeutas. Si el profesional se apega demasiado a la etiqueta del diagnóstico, puede cometer errores como dejar de ver a la persona de forma integral, sino cerrarse demasiado a los criterios y condiciones del diagnóstico. De igual forma, si el profesional se guía de forma desmesurada por el diagnóstico podría limitar el avance de la persona, como “cortando sus alas” y evitando que pueda desarrollarse desde su propio ser e individualidad.
Asimismo, existe el peligro de que la persona se identifique con una etiqueta. Por un lado, podría evitar una toma de conciencia y de responsabilidad, buscando justificar y esconderse detrás del diagnóstico; y es necesario recalcar la importancia de que cada persona humana cuenta con la capacidad de ser responsable de su propia vida y de las decisiones que toma, las cuales lo llevan por determinado rumbo.
Por otro lado, las etiquetas podrían limitar a una persona a alcanzar su mejor versión, por una creencia impuesta, o autoimpuesta, de que no es capaz de alcanzar más.
Es por esto que es de gran importancia centrarse en la individualidad de cada caso y ver a la persona que hay en el fondo, en su integridad. Independientemente de la posibilidad de cumplir ciertos criterios diagnósticos, cada persona es única y valiosa por quien ES, y no por características aisladas.
Quizá en ocasiones sea necesario utilizar una etiqueta, con el fin de delimitar nuestro plan de acción, o quizá para ayudar a la persona a sentirse comprendida en lo que pueda estar pasando o sufriendo, pero siempre guiarla para evitar que una etiqueta se vuelva en una sentencia.
https://bcngestalt.com/2014/12/11/el-peligro-de-las-etiquetas-en-psicoterapia/
https://www.neurita.com/el-efecto-de-poner-etiquetas-a-los-demas/