LA SALUD OLVIDADA por Ana Román Marcos
La salud mental no ha sido solamente la gran olvidada, sino que además ha sido la gran desprestigiada de todas las ramas de la salud.
Todo el mundo puede ir al fisioterapeuta, al nutricionista, al dentista, a cualquier medico especialista… sin tener que dar explicaciones ante miradas extrañas y/o preocupación. Sin embargo, si dices que vas al psicólogo -los pocos que lo hacen- tienes que lidiar con la cara de entre susto, pena y desconcierto de la persona a la que se lo dices. Gran parte de la población acude a salud mental en momentos de crisis, cuando ven que ya no son capaces de gestionarlo y que les impide la realización de su vida diaria; pero incluso en esos casos, muchas veces no existen los recursos necesarios a nivel publico para dar una atención adecuada al problema de esa persona. La OMS destaca “la necesidad urgente de incrementar la inversión en un sector afectado por un déficit crónico de financiación”, ya que los países destinan menos del 2% de sus presupuestos nacionales de salud a salud mental.
Pero hablemos de datos.
- 1 de cada 4 personas tiene o tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida según la OMS.
- El 6,7% de la población de España presenta síntomas de depresión y ansiedad. (Encuesta Nacional de Salud de España, 2017)
- Entre el 2,5% y el 3% de la población adulta padece un trastorno mental grave.
- 7,3 millones, es decir, el 48,9% de los jóvenes españoles consideran haber tenido un problema de salud mental. (II Barómetro Juvenil de Salud y Bienestar de la FAD, 2019)
- EL 88% de las labores de cuidado son llevadas a cabo por personas no profesionales (familiares, amigos, etc)
- Mas del 50% de las personas con trastorno mental grave que necesita tratamiento no lo reciben (Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, 2009-2013)
Esto son datos importantes recogidos antes de la pandemia; si los actualizáramos, veríamos que se han convertido en algo alarmante.
Gran parte de la atención psicológica en España se produce a nivel privado, cuando la realidad debería ser otra. El sistema público de salud no esta dotado de los suficientes recursos humanos para hacer frente a la basta demanda que esta generando la pandemia mundial que acontece al país; y el desastre económico que esta dejando en muchas familias y personas hace que estas no puedan hacer frente a la inversión económica que acudir a una consulta privada supone.
Tenemos mucho aun que avanzar como sociedad, en lo que a la normalización de la salud mental se refiere.
Debemos de empezar a ver los recursos de salud mental como algo preventivo, y no como un método paliativo de urgencia para cuando ya no estas pudiendo seguir con tu vida de manera normalizada.
- ¿Debemos de dar prioridad a la salud mental en las aulas para prevenir así un aumento de trastornos mentales en niños y adolescentes?
- ¿Deberíamos acudir al psicólogo como medida de prevención ante posibles trastornos mentales?
- ¿Deberíamos apoyar una nueva forma de organización de la salud mental pública y privada?
- ¿Deberían los psicólogos ser partícipes de debates en la televisión pública con el fin de acercar la psicología a la actualidad?