Por qué es tan difícil hablar de salud mental

Cuando se trata de enfermedades mentales, no se habla de la misma manera en que hablamos sobre nuestra salud física o la de nuestros familiares, ya que el estigma y la vergüenza rodean a los problemas de salud mental.

Un estigma sucede cuando alguien te ve de manera negativa por alguna característica distintiva o por un rasgo personal que se considera, una desventaja. Lamentablemente, las creencias y las actitudes negativas hacia las personas que tienen algún problema de la salud mental son frecuentes.

Por lo que es momento de comenzar a ver la salud mental de la misma manera que lo hacemos con la salud física.

“A diferencia de otras afecciones de salud, la enfermedad mental a menudo se considera un signo de debilidad. Nunca le diríamos a alguien con una enfermedad física que simplemente lo supere o trabaje con su fuerza de voluntad, pero ese es el consejo que se les da a personas con trastornos alimentarios, problemas de abuso de sustancias, depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental y los que sufren enfermedades mentales a menudo también lo consideran a sí mismos como debilidad.”

Existe todavía la idea de que es vergonzoso tener un problema de salud mental, siendo interpretado como un error propio, una debilidad, una incapacidad que la persona se atribuye a sí misma.

Y los que se atreven a hablar de ello se suelen encontrar con personas que los cuestionan o minimizan su malestar, lo que les provoca el aislamiento que no hace más que agravar su estado.

Este tipo de cosas deja a los que padecen trastornos con menos disposición a hablar, en lugar de buscar apoyo.

Es imprescindible entender y concientizar respecto a que la enfermedad mental es como cualquier otra condición de enfermedad física, que se puede tratar con acompañamiento y/o medicación de ser necesario y no debe convertirse en una “etiqueta” de una persona.

Algunas formas de hacer frente a estas dificultades y estigmas son:

  • Buscar tratamiento.
  • No dejar que el estigma te haga dudar de ti mismo y te cause vergüenza.
  • No aislarse.
  • No identificarse con la enfermedad.

Los juicios de los demás casi siempre provienen de una falta de comprensión más que de información basada en hechos. Aprender a aceptar lo que te pasa y reconocer lo que debes hacer para tratarlo, buscando apoyo y ayuda puede marcar una gran diferencia.

Dicho esto, se puede considerar que la situación va mejorando y que día a día hay más conciencia sobre los problemas de salud mental, y la gente se va animando a hablar más abiertamente de esto, siendo fundamental “hablar sobre las enfermedades mentales de la misma manera que hablamos sobre otros temas de salud: abiertamente, con empatía y deseo de comprender, y separando lo que la persona está sufriendo de la persona misma.” Ya que compartir experiencias es clave para acabar con las actitudes negativas y las percepciones erróneas que rodean las enfermedades mentales, y mostrar a los demás que no están solos en sus sentimientos y síntomas

 

Para reflexionar:

  • ¿En caso de que tu o alguien de tu entorno haya necesitado ayuda psicológica como los has vivido?
  • ¿Te sientes igual de cómodo hablando de salud mental como si hablaras de cuestiones de salud física?

 

Referencias:

https://es.phhsnews.com/

https://www.mayoclinic.org/