¿Puedo aliviar la depresión reduciendo mi perfeccionismo?
El perfeccionismo es una tendencia común en la sociedad actual, donde se espera que todos seamos exitosos, impecables y sin fallas. Sin embargo, el perfeccionismo puede tener efectos negativos en nuestra salud mental, especialmente en la depresión.
La depresión, como ya sabemos y de forma muy resumida, es una enfermedad mental que se caracteriza por sentimientos de tristeza, desesperanza y pérdida de interés en actividades que antes disfrutábamos. También puede causar fatiga, cambios en el apetito y dificultad para concentrarse. En este sentido, el perfeccionismo puede aumentar el riesgo de desarrollar depresión o empeorar los síntomas en aquellos que ya la padecen debido a múltiples razones que se abordan a continuación.
Las personas perfeccionistas tienen estándares extremadamente altos para sí mismos y a menudo se juzgan con severidad. Desde aquí, las personas pueden sentir que nunca son lo suficientemente buenos, lo que puede llevar a una sensación constante de fracaso y frustración. De ese modo, el perfeccionismo también puede acrecentar la aparición de la voz crítica y hacerla cada vez más grande, lo que puede dificultar el aprendizaje y el crecimiento personal. Tanto es así que en ocasiones esta voz crítica puede lanzarnos mensajes horribles como “no vales para nada” “nunca lo vas a conseguir” o “no eres suficiente”
Además, el perfeccionismo puede aumentar el estrés y la ansiedad. Las personas perfeccionistas a menudo se sienten presionadas por ellas mismas para cumplir con expectativas extremadamente altas, lo que puede generar un miedo constante al fracaso. El miedo al fracaso y la falta de habilidades para lidiar con el fracaso pueden ser una fuente de estrés y ansiedad, lo que puede empeorar los síntomas de depresión. Además, este miedo al fracaso puede generar una evitación de situaciones en las que efectivamente se pueda llegar a fracasar. Esto poco a poco va apartando a la persona de actividades por el miedo a no cumplir con las altas expectativas que se ha marcado y genera una sensación de que nada le llena apartándole de los refuerzos positivos.
Algunos pasos que se pueden tomar para reducir el perfeccionismo son:
- Reconocer y aceptar nuestras limitaciones. Todos tenemos limitaciones, y eso está bien. Aprender a aceptar nuestras limitaciones y ser amable con nosotros mismos puede ayudarnos a reducir la autocrítica y el miedo al fracaso.
- Establecer expectativas realistas. En lugar de establecer estándares imposibles, es importante que podamos establecer metas alcanzables y realistas. De esta manera, podemos celebrar nuestros logros y sentirnos menos frustrados por no alcanzar nuestros objetivos. En algunas ocasiones también nos vemos beneficiados de establecer metas u objetivos intermedios para mantenernos motivados y no mirar siempre al final de la meta que en muchas ocasiones puede parecer estar muy lejos.
- Practicar la autocompasión. Es importante que nos tratemos a nosotros mismos como trataríamos a un amigo. Si cometemos un error, debemos recordar que es humano y que podemos aprender de él. De esta forma la autocompasión puede ayudarnos a reducir la autocrítica y por consiguiente la ansiedad que esta nos genera.
- Busca ayudar si es necesario. Si nos encontramos luchando contra perfeccionismo y/o la depresión, es importante buscar ayuda profesional. Un psicólogo o un terapeuta pueden ayudarnos a trabajar en el perfeccionismo y desarrollar habilidades para manejar mejor los sentimientos de fracaso y ansiedad.
En resumen, el perfeccionismo puede aumentar el riesgo de depresión y empeorar los síntomas en aquellos que ya la padecen. Reducir el perfeccionismo puede ayudar a aliviar los síntomas de depresión y mejorar la salud mental. Aprender a aceptar nuestras limitaciones, establecer expectativas realistas practicando la autocompasión y buscar ayuda profesional son pasos importantes para reducir el perfeccionismo y mejorar nuestro bienestar emocional. Es importante recordar que nadie es perfecto y que todos cometemos errores. Aprender a aceptar nuestras imperfecciones y ser amable con nosotros mismos puede ser un camino hacia una vida más feliz y satisfactoria.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
- ¿Te impones metas que sobrepasan tus limitaciones?
- ¿Eres amable contigo cuando no consigues lo que quieres o te criticas mandándote mensajes castigadores sobre tu valía personal?
- ¿Alguna vez te has sentido ausente de valor al no conseguir algo que te habías propuesto? Imagínate que es tu mejor amigo el que está pasando por una situación así ¿Qué le dirías?
Raquel Bertaccini García