¿Qué son la depresión anaclítica y la depresión introyectiva?

La depresión es un trastorno mental muy común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Existen diferentes tipos de depresión, y entre ellos se encuentran la depresión anaclítica y la depresión introyectiva. La depresión puede manifestarse de muchas maneras. Hay pacientes que tienden a la autocrítica y a la devaluación constante. Otros sitúan su foco en los problemas de apego, en el miedo a la soledad, a ser abandonados.

La depresión introyectiva y anaclítica conforman dos reversos de una misma moneda. Aunque depresión parezca un título amplio, tiene diversas maneras de expresarse. No hay dos pacientes que vivan la depresión de igual manera. Cada realidad es única, cada persona tiene unas condiciones propias y, a menudo, la depresión puede aparecer junto a otros problemas: trastornos de la alimentación, adicciones, fobias y ansiedad, etc.

Los conceptos de introyectiva y anaclítica que hemos introducido, fueron desarrollados por el doctor Sebastián Blatt en su trabajo Experiences of Depression en el que describió estas dos dimensiones, después de haber analizado la investigación aportada por sus colegas y después de muchos años de práctica clínica.

Según sus investigaciones define:

La depresión introyectiva, como la sensación de inutilidad que nos autodestruye

Un tipo de sufrimiento que aniquila el ánimo de manera progresiva. En este tipo de depresión la persona se focaliza toda su atención en sí misma y actúa castigándose y criticándose constantemente. Donde la persona se percibe como fracasada, como alguien incapaz de lograr algo bueno en su vida o de responsabilizarse de sí misma.

Las personas con depresión introyectiva manifiestan sentir indefensión, la idea de que todo lo que se intentan no sirve de nada. La autoestima está ausente, falta el amor propio y sobre todo la energía. En este subtipo de depresión aparece esa anhedonia tan particular en la que la persona no tiene ánimos ni fuerzas para actuar, para cumplir con sus responsabilidades básicas.

La depresión introyectiva es una forma de depresión en la que el individuo se enfoca en su interior, las personas tienden a centrarse en sus propios sentimientos y emociones. Pueden sentirse abrumados por sus emociones y pueden tener dificultades para controlarlas, también a menudo sienten que no tienen el control de sus vidas y que no tienen la capacidad de cambiar su situación.

Este tipo de depresión puede surgir como resultado de una autocrítica excesiva y de una sensación de inadecuación. Las personas que sufren de depresión introyectiva a menudo sienten que no son lo suficientemente buenas, y pueden ser muy duras consigo mismas. Los síntomas de está depresión pueden incluir sentimientos de desesperanza y desesperación, una baja autoestima, sentimientos de culpa y falta de energía.

Algunos ejemplos de comportamientos que pueden ser comunes en personas con depresión introyectiva incluyen:

  • Culparse a sí mismos por cualquier cosa negativa que ocurra en su vida, incluso si no tienen la culpa.
  • Ser demasiado críticos consigo mismos, y sentir que nunca son lo suficientemente buenos.
  • Evitar tomar decisiones o tomar riesgos por miedo a fracasar o cometer errores.
  • Sentir que no merecen amor, afecto o atención de los demás.
  • Ser perfeccionista y tener expectativas poco realistas de sí mismos.
  • Preocuparse constantemente por lo que los demás piensan de ellos.
  • Aislarse socialmente y evitar el contacto con amigos y familiares.
  • Tener problemas para expresar sus emociones y sentimientos a los demás.

Es importante recordar que cada persona con depresión introyectiva puede experimentar estos comportamientos de manera diferente y en distintos grados de intensidad.

Por su parte la depresión anaclítica, según Blatt, se refiere a la depresión que se desarrolla en respuesta a la pérdida o separación de una figura de apego. Esto puede ocurrir en bebés y niños pequeños que se ven separados de su cuidador principal, así como en adultos que han perdido a alguien significativo en sus vidas. Los síntomas de la depresión anaclítica incluyen tristeza, llanto frecuente, pérdida de apetito, dificultades para dormir y falta de interés en las actividades que antes eran placenteras.

El sufrimiento o malestar anaclítico se vincula al miedo al abandono, a la soledad, a no ser amado, querido, validado como ser humano y persona. En este caso, tenemos a una personalidad obsesionada por sus relaciones interpersonales, por contar en cada momento y circunstancia de la cercanía de los suyos.                El apego que establece con su entorno es claramente ansioso y dependiente y esto le aboca con elevada frecuencia a estados depresivos.

La depresión analítica es una forma de depresión en la que el individuo se enfoca en los detalles de sus problemas. Las personas que sufren de depresión analítica tienden a analizar los aspectos más pequeños de sus problemas, y esto puede llevar a un aumento en los sentimientos de tristeza y desesperanza. Por ejemplo, una persona con depresión analítica puede preocuparse por una tarea en particular que tiene que hacer, y luego obsesionarse con cada pequeño detalle de esa tarea. La persona puede sentir que no puede cumplir con la tarea y, como resultado, puede sentirse cada vez más triste y desesperada.

Una persona con depresión analítica puede ser alguien que tiende a concentrarse en los detalles de sus problemas de una manera excesiva y obsesiva. Esta persona puede sentirse abrumada por las tareas y responsabilidades cotidianas, y puede tener dificultades para encontrar soluciones prácticas. Pueden sentirse atrapados en una especie de espiral negativa de pensamientos y preocupaciones, lo que les hace sentirse cada vez más tristes y desesperados. Este tipo de depresión se caracteriza por una falta de conexión emocional con los demás, lo que a menudo lleva a una profunda tristeza y sensación de soledad

Las personas con depresión analítica pueden ser muy críticas consigo mismas y con los demás, y pueden tener expectativas poco realistas de lo que pueden lograr. Pueden sentir que no son lo suficientemente buenos en lo que hacen, y pueden sentir que no cumplen con los estándares que se han impuesto a sí mismos. Esto puede llevar a sentimientos de inutilidad y desesperanza, y puede hacer que la persona se sienta cada vez más deprimida.

También pueden tener dificultades para disfrutar de las cosas que antes les gustaban. Pueden sentir que no tienen el tiempo ni la energía para disfrutar de sus pasatiempos y actividades favoritas, y pueden sentir que no tienen nada que esperar. Esto puede llevar a sentimientos de aburrimiento y apatía, y puede hacer que la persona se sienta aún más triste y desesperada.

Algunos ejemplos de comportamientos que pueden ser comunes en personas con depresión anaclítica incluyen:

  • Sentirse desesperadamente solos y desconectados de los demás.
  • Tener miedo a ser abandonados o rechazados por las personas cercanas.
  • Evitar el contacto físico y emocional con los demás.
  • Sentir una sensación de vacío y falta de significado en su vida.
  • Tener dificultad para establecer y mantener relaciones interpersonales significativas.
  • Experimentar sentimientos de tristeza, ansiedad y desesperanza.
  • Pasar mucho tiempo a solas y evitar situaciones sociales.
  • Sentir que no tienen control sobre su vida y su futuro.

Aunque como decíamos, cada persona con depresión anaclítica puede experimentar estos comportamientos de manera diferente y en distintos grados de intensidad.

Aunque existen algunas similitudes entre la depresión anaclítica y la depresión introyectiva, también hay algunas diferencias importantes. La depresión anaclítica está estrechamente relacionada con la separación y la pérdida, mientras que la depresión introyectiva está más relacionada con la autocrítica y la sensación de inadecuación. Además, la depresión anaclítica puede ocurrir en respuesta a un evento específico de pérdida o separación, mientras que la depresión introyectiva puede desarrollarse gradualmente a lo largo del tiempo debido a una autocrítica constante y una baja autoestima.

Por su parte el doctor Blatt identificó otro subtipo en su trabajo con pacientes deprimidos. En este caso tendríamos un perfil más complejo y también problemático. Se trataba del modelo mixto, en el que la depresión introyectiva y anaclítica aparecen juntas. Es decir, tendríamos a una persona con las siguientes características:

  • Elevada autocrítica y evaluación negativa de uno mismo.
  • Escasa confianza en las propias habilidades para lograr metas.
  • Sensación de fracaso y desesperanza constante.
  • Indefensión continuada: no vale la pena esforzarse por nada porque todo conduce al fracaso.
  • Miedo constante a no ser amado, a perder el apoyo del entorno cercano.
  • Temor a la soledad, a quedarse sin ningún vínculo afectivo, social, etc.
  • Elevado agotamiento físico.
  • Baja energía.
  • Alteraciones del sueño.

Como podemos ver, este cuadro clínico eleva la complejidad de los anteriores. De hecho, es interesante saber que el propio doctor Blatt llegó a diseñar el cuestionario de experiencias depresivas (DEQ) para intentar profundizar en las percepciones vitales de las personas. De este modo, profundizaba un poco más en la comprensión de este fenómeno y delimitaba también el cuadro clínico de cara a la intervención.

Es importante subrayar que la depresión es una enfermedad mental que puede ser tratada con éxito. El tratamiento puede incluir terapia, medicamentos o una combinación de ambos. Además, es importante mencionar que la depresión puede tener causas biológicas, psicológicas y sociales. Por lo tanto, el tratamiento puede variar según la causa subyacente. Es importante que la persona que sufre de depresión reciba un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado para su situación individual.

Algunas opciones de tratamiento para la depresión incluyen la terapia cognitivo-conductual, la terapia interpersonal, la terapia psicodinámica y la terapia de grupo. También pueden ser útiles los cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente, alimentarse de manera saludable y evitar el consumo excesivo de alcohol y drogas.

El objetivo de los enfoques terapéuticos no solo aspiran a que el paciente recupere su funcionamiento psicosocial y su bienestar. Necesitamos también prevenir recaídas y dotar a la persona de estrategias y habilidades para que pueda por sí mismo, manejar crisis y dificultades futuras. Por ello, es importante destacar que aunque en ocasiones los psicofármacos (antidepresivos) sean útiles, la mejor estrategia es la terapia psicológica.

También recordar que la depresión no es una debilidad personal y que no se puede superar simplemente «pensando positivo» o «saliendo adelante». Es una enfermedad real que requiere tratamiento y apoyo adecuados. Lo más decisivo en todos los casos es solicitar ayuda experta. El sufrimiento tiene muchas formas, muchas aristas, dinámicas, rostros y singularidades, pero puede tratarse. Merecemos sentirnos mejor.

 

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¿Conocías estos tipos de depresión y sus diferencias?

¿Sientes que te inclinas más hacia la depresión introyectiva o a la depresión anaclítica?

 

Bibliografía

  • Reis S, Grenyer BF. Pathways to anaclitic and introjective depression. Psychol Psychother. 2002 Dec;75(Pt 4):445-59. doi: 10.1348/147608302321151934. PMID: 12626134.
  • Silva, J. R., Vivanco-Carlevari, A., Martínez, C., & Krause, M. (2018). Introjective individuals tend toward anhedonia: Self-report and experimental evidence. Frontiers in Psychiatry, 9(JUL). https://doi.org/10.3389/fpsyt.2018.00298
  • Blatt (2004) Experiences of Depression. Washington: American Psychological Association, 2004. 359 pp.