Los pros y contras del etiquetado de ciertas enfermedades mentales
Exploramos cómo las etiquetas de enfermedades mentales pueden brindar comprensión pero también generar estigmas.
Las etiquetas a las enfermedades mentales
En nuestro día a día, hacemos uso de las etiquetas de una forma casi abusiva, ya que estas nos proporcionan cierto orden dentro de un mundo que se rige por el caos. Por eso, el etiquetar las cosas nos da seguridad al permitirnos percibir cierto control en el caos en el que vivimos. No sólo eso, el utilizar etiquetas puede servirnos como ventaja a la hora de vernos formar parte de un grupo. Por ejemplo, en el caso de un individuo con un trastorno límite de personalidad, puede resultar un alivio recibir un diagnóstico, debido a que la persona puede llegar a darse cuenta de que no es la única con estos problemas y comprender mejor por qué le pasa lo que le pasa. A su vez, esto puede ser de ayuda para los profesionales y en general las personas que traten con este individuo y tengan cierto conocimiento de lo que supone esta etiqueta, ya que pueden servir de guía para hacer el menor daño posible a este individo.
Sin embargo, estas etiquetas también pueden tener sus desventajas, en especial cuando se pasa a definir al individuo por la etiqueta que se le ha puesto, o las que la subyacen. En el caso de las enfermedades mentales esto puede pasar con mayor frecuencia de la que se podría pensar, ya que el hecho de presentar una enfermedad mental viene acompañado de una gran cantidad de etiquetas más cómo “loco”, “no es normal”, etc. Además, en ciertas enfermedades mentales algunas de las etiquetas pasan a formar parte de los mitos existentes que hay sobre esas enfermedades, cómo sería el caso de las personas que sufren de esquizofrenia o trastorno disociativo de la personalidad de los que se habla como personas “peligrosas”. Esto no sólo puede afectar a la forma que tenemos nosotros, posteriormente, de acercarnos a estas personas a las que les hemos puesto X etiqueta, en ocasiones incluso con respecto a decisiones en el ámbito laboral, sino que también les afecta a ellos, haciendo que su autoestima baje, incrementando su frustración y cambiando su autoconcepto, pudiendo llegar a cambiar su personalidad en base a la etiqueta con la que se le define.
En definitiva, el uso de las etiquetas pueden resultarnos bastante beneficiosas porque pueden darnos una sensación de control y orden que de otra forma nos sería difícil conseguir. Pero a su vez, el uso de estas etiquetas pueden conllevar ciertas desventajas, en especial para los individuos a los que va dirigida esa etiqueta. Por lo tanto, es aconsejable tener cuidado con cómo y qué etiquetamos.
Las ventajas y desventajas del etiquetado ciertas enfermedades mentales
Aunque las etiquetas pueden proporcionar cierta sensación de orden y pertenencia, también corren el riesgo de definir a las personas por su condición, perpetuando estigmas y afectando negativamente su autoestima y percepción de sí mismos.
- ¿Qué ventajas y desventajas crees tú que han tenido algunas etiquetas en tu vida?
- ¿Consideras que el peso que tienen las ventajas al etiquetar enfermedades mentales es mayor que el de las desventajas?
- ¿Qué opinas de las etiquetas?
Terapeuta Gestalt especializada en un modelo integral de intervención para el tratamiento de la ansiedad, trastornos del estado de ánimo, estrés, enfermedades psicosomáticas, y acompañamiento en la etapa perinatal, entre otros.
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