¿Alguna vez has escuchado a alguien decir que le da miedo salir de casa, ir en el metro o estar en lugares públicos? La agorafobia es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso y persistente a estar en lugares o situaciones de las que sería difícil escapar o en las que no se podría recibir ayuda en caso de experimentar síntomas de ansiedad. A menudo, esta condición está asociada con las crisis de pánico, ya que muchas personas desarrollan agorafobia como una respuesta de evitación tras haber experimentado ataques de pánico previos, pues tienen un miedo intenso a sufrir estos ataques de pánico y no poder controlarlos.
Según el DSM-5, las personas con agorafobia tienden a evitar situaciones como viajar en transporte público, estar en espacios abiertos o cerrados, hacer filas o encontrarse en multitudes. Este comportamiento puede llevar a un aislamiento significativo, limitando su vida social, laboral y personal. Aunque el miedo se percibe como irracional, los síntomas que provoca son muy reales y pueden incluir taquicardia, sudoración, sensación de asfixia y un fuerte deseo de huir.
Desde la psicología cognitivo-conductual, se entiende que la agorafobia se mantiene debido a un ciclo de miedo y evitación. Cada vez que una persona evita una situación temida, refuerza la idea de que esa situación es peligrosa, perpetuando el trastorno.
La psicología humanista aborda la agorafobia como algo más que un conjunto de síntomas relacionados con el miedo y la evitación. Desde este enfoque, la agorafobia es entendida como una manifestación de conflictos internos más profundos, una desconexión entre el individuo y sus propios deseos, emociones o necesidades no satisfechas. Cada experiencia de ansiedad o miedo puede tener un significado personal y único que debe ser explorado para favorecer el crecimiento y la autorrealización.
El impacto de la agorafobia en la vida diaria es muy importante, no solo es emocional, sino también físico y social. Muchas personas sienten vergüenza de compartir sus miedos por temor a ser incomprendidas, lo que puede llevarlas a una sensación de soledad y aislamiento.
Si estás lidiando con agorafobia, una práctica inicial puede ser identificar un lugar que te genere un nivel moderado de ansiedad y pasar un tiempo allí, acompañado de un amigo o familiar de confianza, lo ideal es poder contar con ayuda psicológica profesional que te ayude a gestionar tus miedos, pueden ser una práctica muy desagradable.
Mientras tanto, te proponemos un ejercicio práctico que puedes realizar en tu casa:
- Encuentra un lugar cómodo y tranquilo donde puedas estar sin interrupciones.
- Cierra los ojos y respira profundamente, prestando atención a tu cuerpo.
- Reflexiona sobre un espacio o situación que evites. Pregúntate:
- ¿Qué emociones surgen al imaginarme en ese lugar?
- ¿Qué significa para mí este miedo?
- ¿Qué necesito para sentirme seguro o en control en este contexto?
- Anota tus pensamientos y sensaciones en un diario, prestando atención a las posibles conexiones entre tus miedos y aspectos de tu vida actual que podrían estar en conflicto.
Por último, me gustaría que reflexionaras sobre las siguientes preguntas ¿te has sentido identificado con los síntomas de la agorafobia?, ¿Has experimentado alguna vez un miedo intenso que limite tus actividades diarias? ¿Cómo te hace sentir?, ¿Qué emociones emergen en ti al reflexionar sobre tus miedos?, ¿Cómo podría tu red de apoyo ayudarte en este proceso?.
Aunque puede que no calme tu angustia del todo, hablar con personas de confianza sobre lo que te ocurre puede ser un pequeño paso para encontrarte mejor y sentirte comprendido.
Esperamos que este artículo te haya gustado y te resulte informativo.
Marina Schmilovich Malagón
Referencias
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
- Clark, D. M. (1986). A cognitive approach to panic. Behaviour Research and Therapy, 24(4), 461-470.
- Rogers, C. (1961). On Becoming a Person: A Therapist’s View of Psychotherapy. Houghton Mifflin.
Terapeuta Gestalt especializada en un modelo integral de intervención para el tratamiento de la ansiedad, trastornos del estado de ánimo, estrés, enfermedades psicosomáticas, y acompañamiento en la etapa perinatal, entre otros.