Llega el verano, una época que para muchos es deseada y, desde finales de la primavera, empezamos a preparar los bañadores, los pantalones cortos, y comenzamos a imaginarnos en la playa con bebida en mano: ¿Te suena de algo? 

Sin embargo, para las personas con Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA), esta época del año puede suponer todo un reto. Con el calor y la necesidad de llevar más partes de nuestro cuerpo al descubierto, nos vemos expuestos socialmente.

Las expectativas sociales pueden incrementar la ansiedad en personas con TCA, que durante esta estación están más focalizadas en su cuerpo, sintiendo una mayor presión para cumplir con ideales corporales promovidos por los medios de comunicación y las redes sociales. Estas últimas, inundadas de imágenes de cuerpos aparentemente perfectos, aumentan la auto comparación negativa que para las personas con TCA, es especialmente dañino, ya que pueden desencadenar pensamientos y comportamientos autodestructivos. 

“Yo quería estar bien y veía que la gente feliz que se podía ver en la tele –hablo de antes de Instagram, pero allí se repite lo mismo– la gente de vida perfecta eran siempre chicas delgadas y altas, muy bien vestidas. Y les alababan por eso. Eso era lo que yo quería”.

Testimonio de persona con TCA.

La obsesión por el «cuerpo perfecto» se intensifica, y esto puede exacerbar conductas alimentarias desordenadas. Datos como los de la Fundación FITA, señalan que en verano las consultas de TCA aumentan un 25% (ITA especialistas en salud, 2020).

“Los veranos eran muy complicados. Te da pánico ese momento de enfrentarte a la playa o a la piscina, de ver a esa gente que no ves durante el año (…) y luego tenías el miedo a la comida” 

Testimonio de persona con TCA.

Otros aspectos de esta soleada estación, que pasan más desapercibidos, son los cambios en las rutinas. Cambiamos las actividades, las salidas, los horarios a la hora de despertarnos y de las comidas, a veces incluso comemos fuera y modificamos nuestra rutina de deporte. Todos estos cambios resultan desestabilizadores para quienes sufren de TCA y les supone una falta de control en la alimentación, pudiendo incrementar los niveles de estrés y ansiedad, lo que puede desencadenar conductas compensatorias como el ayuno, los atracones o el purgado.

“Yo padecía trastorno por atracón y en mi caso era un descontrol completo. Luego, en septiembre, volvía a la restricción y a la dieta estricta”. 

Testimonio de persona con TCA.

Por otra parte, los eventos sociales aumentan; estamos más tiempo con la familia, pasamos más momentos con los amigos, siendo común asistir a eventos sociales donde la comida está presente, como barbacoas, picnics o fiestas. Estas circunstancias pueden desatar estrés o ansiedad frente a los encuentros de carácter social, a raíz de una mayor sensación de “exposición”. La abundancia de alimentos y la presión para comer en situaciones sociales pueden ser abrumadoras para las personas con TCA. Todo esto puede llevar a evitar eventos sociales, lo cual incrementa el aislamiento y puede agravar la enfermedad.

A continuación te dejamos algunos de los sentimientos que suelen experimentar las personas con TCA, particularmente en verano:

  • Tristeza por no poder disfrutar plenamente de esta época y sentirse atrapadas por pensamientos negativos.
  • Inseguridad en torno al cuerpo y la imagen corporal con grandes preocupaciones sobre el juicio de los demás.
  • Ansiedad ante eventos sociales y las expectativas sociales.
  • Vergüenza al mostrar más su cuerpo y compararse con otras personas.
  • Frustración por no poder seguir una rutina de alimentación y ejercicios.

Con esta perspectiva sobre el verano, viene bien cuestionarnos:

  1. ¿Qué acciones crees que podríamos tomar como sociedad para promover una imagen corporal positiva y reducir la presión sobre la apariencia física durante el verano?
  2. ¿Cómo podemos fomentar un entorno seguro y comprensivo en entornos sociales como la playa, piscinas o eventos al aire libre para aquellos que pueden estar lidiando con TCA?
  3. ¿Qué papel crees que tienen las redes sociales en la exacerbación de los trastornos de la conducta alimentaria durante el verano y qué medidas podríamos tomar para mitigar su impacto negativo?

Marian Echazarreta Quintana

Tags: Trastornos de la conducta alimentaria

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