La compasión, en muchas ocasiones, se asocia erróneamente con la debilidad. Como un sentimiento de ternura y empatía hacia las dificultades que atraviesan otras personas, muchos prefieren no identificarse como compasivos por considerar esta cualidad un signo de vulnerabilidad. Por otro lado, también hay quienes evitan expresar su propio sufrimiento por miedo a despertar compasión en los demás, ya que a veces percibimos a quienes generan compasión como personas inferiores o desvalidas.

Esta percepción de la compasión como sinónimo de debilidad puede estar influida por experiencias de vida en las que faltaron figuras de apoyo, lo que llevó a una normalización de la autosuficiencia (García Campayo, 2018).

Es común que, en situaciones de este tipo, surjan preguntas y pensamientos como: “¿Debería distanciarme de lo que siente esta persona?”, “¿Soy demasiado blando?”, “Ojalá no me afectara el sufrimiento de los demás”, o “Debería mostrarme más fuerte”.

Sin embargo, en el ámbito de la salud, la literatura científica muestra que la práctica de la compasión puede ser una de las mayores fortalezas de un profesional. Fomenta el bienestar físico y emocional, tanto en los pacientes como en los propios profesionales. De hecho, se ha demostrado que la compasión tiene beneficios en la práctica profesional, como es el caso de enfermeros y otros trabajadores de la salud (Blanco et al., 2021). Además, terapias como la Terapia Centrada en la Compasión, desarrollada por Paul Gilbert, utilizan este concepto como eje central para potenciar la efectividad de las intervenciones psicoterapéuticas.

No obstante, también existen estudios que han explorado el concepto de fatiga por compasión (Joinson, 1992), que apareció para describir el síndrome de burnout que sufrían las enfermeras expuestas a pacientes gravemente enfermos durante periodos prolongados. ¿Contradice esto los beneficios de la compasión? En absoluto. Aunque la compasión es fundamental, es importante estar atentos a los signos que pueden indicar la aparición de este fenómeno, tales como la necesidad de descanso, la formación en habilidades de autocuidado, el apoyo entre compañeros y la creación de espacios para compartir sentimientos derivados de situaciones difíciles.

Reflexionando sobre este tema, he llegado a la conclusión de que permitirnos sentir compasión y no huir de este sentimiento puede ser incluso más desafiante que evitarlo. Aunque a corto plazo evitar la compasión podría reducir nuestro propio malestar, a largo plazo nos impide contribuir al bienestar de los demás, lo cual puede resultar profundamente satisfactorio. No debemos olvidar que todxs, en algún momento de nuestras vidas, enfrentaremos situaciones complicadas: pérdidas inevitables, el fallecimiento de un ser querido, la pérdida de un empleo o cualquier evento que nos cause dolor. Por ello, la compasión es esencial, y en muchos casos, constituye una fortaleza cuya práctica requiere valor (Kolts y Hayes, 2020), pues es el punto de partida que moviliza hacia la acción, promoviendo conductas de cuidado que buscan aliviar tanto el sufrimiento propio (autocompasión) como el ajeno.

Lucía del Val

  • Blanco, M., Guevara, B., & Mejías, M. (2021). La compasión como elemento clave de la práctica profesional en las instituciones de salud. Benessere, revista de enfermería, 6(1), 11. http://doi.org/10.22370/bre.61.2021.3039
  • García Campayo, J. (2018). La práctica de la compasión. Siglantana. Joinson, C. (1992). Coping with compassion fatigue. Nursing 22(4), 116-122.
  • Kolts, R. L., & Hayes, S. C. (2020). Manual clínico de terapia centrada en la compasión. Desclée De Brouwer.
  • Universidad Internacional de La Rioja. (2020). Fatiga por compasión. Revista de Salud. https://www.unir.net/revista/salud/fatiga-por-compasion/
Directora, psicóloga y supervisora en Centro Psicológico SMC | + posts

Terapeuta Gestalt especializada en un modelo integral de intervención para el tratamiento de la ansiedad, trastornos del estado de ánimo, estrés, enfermedades psicosomáticas, y acompañamiento en la etapa perinatal, entre otros.

Tags: Depresion

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Abrir chat
1
Escanea el código
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?