Diferencias entre disciplina negativa y positiva
Son muchos los factores que nos influyen a la hora de educar a nuestros hijos. La educación es una de las labores más complejas a las que se puede enfrentar el ser humano, por ello, es importante tratar de hacerlo desde un lugar consciente, procurando buscar el equilibrio entre la disciplina, el castigo, y la permisividad.
En el complejo mundo de la crianza y educación de nuestros hijos, nos enfrentamos a una variedad de enfoques y decisiones que moldearán su desarrollo y su visión del mundo. La labor educativa, sin duda, es una de las más desafiantes que emprendemos como seres humanos. En este contexto, surge una pregunta fundamental: ¿cómo abordamos la disciplina y el comportamiento de nuestros hijos?
La disciplina negativa
El castigo o “disciplina negativa” persigue el objetivo de detener y/o eliminar cierto comportamiento del niño, a través de una penalización por sus actos. Se trata de un enfoque en el que el niño tiene consecuencias “negativas” o “desagradables” de sus errores, sin embargo, generalmente el comportamiento no cambia a largo plazo.
La disciplina positiva
La “disciplina positiva” por su parte, detiene la mala conducta del niño y a su vez tiene como objetivo corregir este comportamiento disruptivo, el cual se entiende como una forma de comunicación. Le ayuda a entender que sus actos tienen consecuencias naturales y lógicas, denominadas “consecuencias correctivas”, las cuales cumplen “tres erres”: Razonables, Relacionadas con el problema, y son Resultado del comportamiento.
En el caso de la disciplina negativa, son los adultos los que tienen el control sobre el comportamiento de los niños. Sin embargo, en la positiva, se trata de instruir nuevas habilidades basadas en el autocontrol y la autorregulación.
¿Qué aprenden los niños en cada caso?
En el caso de la disciplina negativa, aprenden que su “mal” comportamiento es manejado por los adultos, desarrollando posiblemente una lógica de “tener cuidado para no ser descubierto” y evitar afrontar las consecuencias. Sin embargo, en la disciplina positiva, aprenden que ellos mismos pueden manejar su comportamiento mediante el autocontrol y la autorregulación. Así mismo, deben modificar su conducta si quieren evitar las consecuencias correctivas.
Principios de la disciplina positiva
- Sentido de conexión: Ayuda a los niños a tener conexión y un sentido de pertenencia.
- Respetuosa y alentadora.
- Efectiva a largo plazo.
- Enseña habilidades sociales: Preocupación, comunicación afectiva, respeto por los demás, cooperación, etc.
- Descubrir sus capacidades: Desarrollo de autonomía y del poder personal, enfocarse en soluciones en lugar de castigos.
Para reflexionar
- ¿Es posible que me esté condicionando el modo en el que me criaron a mí a la hora de educar a mis hijos?, si es así, ¿De qué forma?
- ¿Soy demasiado estricto en ocasiones con mis hijos?, o tal vez, ¿Soy demasiado permisivo con mis hijos?
- ¿Estoy siendo demasiado estricto conmigo mismo a la hora de educarles?
- ¿Cómo sería educarles desde una disciplina positiva?