Si estás leyendo este artículo, quizás sea porque tienes sospechas de ser una persona altamente sensible (PAS) y quieres conocer cómo poder adaptarte mejor a esta situación. «La sensibilidad no es un defecto que necesita ser corregido, sino una característica que debe ser comprendida y valorada» – Elaine Aron

Primero, infórmate sobre el rasgo: existen variedad de artículos, asociaciones especializadas, etc., pero te recomendamos que empieces por algún libro de la doctora en psicología que acuñó el término, Elaine Aron. Para informarte de manera adecuada es importante que dosifiques la información, ya que una persona PAS, con su característica de procesar de manera muy profunda, podría hacer que se sobrestimulase.

Integra el término sensibilidad como una parte de tu persona, no lo único que te define. Adapta el término sensibilidad a tus circunstancias y hazlo tuyo, ¿qué es para ti la sensibilidad? ¿Qué cosas buenas te aporta y qué cosas puedes aportar al mundo? ¿Qué señales notas en tu cuerpo cuando te estás saturando y ya no estás a gusto?

Cuanto mejor conozcas tus reacciones emocionales y físicas, con mayor facilidad podrás identificar qué situaciones o entornos hacen que se active tu sensibilidad de manera más intensa. Para regular tus emociones establece rutinas de autocuidado: 

  • Haz ejercicio regular: nos ayuda a conectarnos con nuestro cuerpo y reducir esa rumiación constante de la mente.
  • Cuida tu alimentación: evita alimentos excitantes o estimulantes como el café, que potencian la sobreactivación.
  • Prioriza un descanso adecuado: Intenta acostarte y levantarte a la misma hora, cuando vayas a la cama, procura que sea un momento lo más tranquilo posible, deja las pantallas un rato antes de hacerlo, puedes leer o hacer alguna actividad que te transmitan calma antes de acostarte.

Existen diferentes técnicas que te pueden ayudar a manejar el estrés y la sobreestimulación diarias, como técnicas de respiración, meditación y relajación.

  • Busca espacios diarios de soledad, tranquilidad y silencio, si puede ser en la naturaleza, te ayudará a conectar más con tu cuerpo. Práctica la atención plena en esos momentos.
  • Gestionar los estímulos externos puede resultar una tarea abrumadora. Busca un espacio seguro, en imaginación y/o real, donde puedas retirarte y descansar cuando sea necesario.
  • Establece relaciones saludables: comunica a tu entorno cómo te sientes y qué necesitas, desde una comunicación asertiva que te proteja del agotamiento emocional. Rodéate de personas que te enriquezcan en la medida de lo posible, limita las relaciones que te agoten.
  • Busca algún tipo de actividad artística: utilízalo como un medio de expresión de tu sensibilidad. No hace falta que lo muestres a nadie, tampoco que sea algo que se te de bien, simplemente un medio para sacar tu creatividad por el mero placer de hacerlo. Puede ser pintar, bailar, tocar un instrumento, cantar, etc. Lo que más te guste.
  • Hacer esto de manera individual, o con un entorno que te apoya, pero que no tiene las herramientas suficientes, puede ser muy difícil; si es tu caso, no dudes en acudir a terapia, te ayudará a conocerte mejor y aprender qué técnicas se adaptan mejor a ti e integrar este rasgo de manera saludable en tu vida.

¿En qué medidas crees que estos cambios pueden ser de utilidad para ti? ¿Cuáles crees que se adaptan mejor a lo que necesitas?

Daira

Tags: AnsiedadEstres

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