Los trastornos psicosomáticos son condiciones médicas en las cuales los síntomas físicos se ven afectados o influenciados significativamente por factores psicológicos o emocionales.

Estos trastornos representan una conexión entre la mente y el cuerpo, donde las tensiones emocionales, el estrés, la ansiedad, la depresión u otros problemas psicológicos pueden manifestarse como síntomas físicos.

Entendiendo los trastornos psicomáticos

El cuerpo y la mente están interconectados de múltiples maneras y, a veces, tenemos problemas fisiológicos que son consecuencia de factores emocionales.Cada persona somatiza de una manera particular, y hay algunas que cuando transitan por una circunstancia o vivencia personal difícil, tienden a tener problemas de estómago, problemas en la piel, dolores de cabeza muy fuertes,  u otros malestares físicos. El denominador común en estas cuestiones tiene que ver con la expresión a nivel corporal de algo de origen emocional.

Los trastornos psicosomáticos son condiciones médicas en las cuales los síntomas físicos son causados o exacerbados por factores psicológicos. Se trata de un factor psicoemocional que desencadena una sintomatología particular en el cuerpo. El cuerpo y la mente interactúan de manera dinámica constantemente y, a veces, los malestares físicos que nos aquejan son consecuencias de aspectos emocionales no atendidos. 

El estrés es uno de los aspectos que más se ha estudiado a nivel orgánico, sus consecuencias a nivel del cuerpo físico. Los estudios demuestran que el estrés puede afectar de múltiples formas al cuerpo físico, una de estas es la caída del pelo. Esto es porque cuando las emociones no pueden expresarse adecuadamente, la tensión crónica se traduce en cambios morfológicos y se da inicio a la enfermedad.

¿Cómo llegamos a que se origine un trastorno psicosomático?

Su origen se debe principalmente a los altos grados de ansiedad o de estrés que no se atienden, se descuidan, o simplemente se ignoran como mencionamos anteriormente: dificultades emocionales que no logran ponerse en palabras o expresarse (la muerte de un familiar, un embarazo, una excesiva carga laboral, un divorcio etc.). Es importante entender de donde está viniendo lo psicosomático para poder empezar a trabajar desde la comunicación y el habla, y dar rienda suelta al proceso de sanación.
 
Una manera de poder trabajar en terapia estos trastornos es desde la modificación de la conducta, la reestructuración cognitiva y la relajación. Estas tres herramientas podrían ayudar a que la persona se conecte, se cuestione, y empiece a observar otra manera de vivir. Es importante devolver la atención al componente emocional y relacional del problema para poder comprender de donde parte, para posteriormente trabajar, de manera conjunta, la mejoría del estado emocional. 
 
El tratamiento de los trastornos psicosomáticos a menudo implica un enfoque multidisciplinario que incluye intervenciones médicas, psicológicas y, a veces, terapias complementarias como la terapia cognitivo-conductual, la terapia de apoyo, la fisioterapia y el manejo del estrés. En resumen, los trastornos psicosomáticos son complejas condiciones en las que los factores psicológicos influyen en la salud física, y el tratamiento efectivo a menudo requiere un enfoque integral que aborde tanto los aspectos médicos como los psicológicos del trastorno.
 
Milagros Pereira
Tags: Patologías somáticas

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