«Le recuerdo que mañana tiene que dejar su habitación antes de las 12 horas»
Este es el mensaje que no queremos recibir en verano, porque representa que de nuevo nos encontraremos con la cruda realidad: el trabajo, la carretera, el tráfico, las facturas, la escuela, los colegios, los niños, las comidas, las tareas del hogar, el teléfono, etc.
Este “cambio” de golpe puede provocar el síndrome post-vacacional, relacionado con el clásico «síndrome general de adaptación», que quiere decir; el hecho de poner los pies en la tierra nos representa activar mecanismos psicológicos de adaptación al cambio y/o defensa.
Además, hay estudios que reconocen un alto porcentaje de personas “quemadas” en su trabajo, por tanto, no resulta extraño que la vuelta de vacaciones sea un momento crítico para reactivar la sintomatología ansiosa (irritabilidad, apatía, falta de atención y concentración, tristeza, trastornos del sueño, etc.) Así como, en general se pueden presentar: palpitaciones, mareos y sudoraciones, angustia, mal humor, falta de motivación, agresividad, pérdida de memoria, irritabilidad excesiva, fatiga prolongada, debilidad muscular, cansancio y agotamiento, etc.
La clave para contrarrestar este periodo está en encontrar un equilibrio entre tu vida laboral y personal, así como en mantener una mentalidad positiva mientras te adaptas a la rutina nuevamente. A continuación, enlistamos 10 recomendaciones para lograrlo:
1. Tiempo para adaptarse: Date tiempo para adaptarte a la rutina nuevamente. No esperes que todo vuelva a la normalidad de inmediato.
2. Organización: Organiza tu espacio de trabajo y establece una lista de tareas claras.
3. Mantén hábitos saludables: Continúa con las prácticas saludables que seguías durante las vacaciones, como mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente.
4. Descanso: Asegúrate de tomar descansos durante el día. Puede ayudar a reducir la fatiga y mejorar la concentración.
5. Establece metas pequeñas: Divide tus tareas en objetivos más pequeños y alcanzables.
6. Mantén la comunicación abierta: Habla con tus colegas y supervisor sobre tus preocupaciones. Puede que estén pasando por lo mismo y puedan ofrecer apoyo o consejos útiles.
7. Disfruta de momentos de ocio: Asegúrate de dedicar tiempo a actividades que disfrutes fuera del trabajo. Esto te ayudará a mantener un equilibrio entre tu vida laboral y personal.
8. Mindfulness y relajación: Practica técnicas de mindfulness, meditación o relajación para reducir el estrés y la ansiedad.
9. Planea nuevas experiencias: Aunque las vacaciones hayan terminado, puedes planear actividades o eventos emocionantes para el futuro. Tener cosas que esperar puede ayudar a mantener un estado de ánimo positivo.
10. Cuida tu bienestar emocional: Si sientes que el síndrome postvacacional está afectando tu bienestar emocional de manera significativa, considera hablar con un profesional de la salud mental.
REFERENCIA:
Flórez Lozano,J A (2000).Síndrome postvacacional. Medicina Integral: Vol. 36. Núm. 4.páginas 121-124,https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-sindrome-postvacacional-10022200