La psicología, una ciencia dedicada a entender la mente humana, ha estado rodeada de numerosos estereotipos a lo largo del tiempo. Estos estereotipos, tanto positivos como negativos, afectan la percepción pública de los psicólogos y de quienes buscan su ayuda
¿Qué son los estereotipos?
Los estereotipos suelen ser creencias sobre las características de ciertos grupos, que tienden a estar compartidas por la sociedad. Estas creencias se construyen a través de expectativas, ideas, conocimientos o interpretaciones sobre estos grupos, y pueden ser tanto positivas (ej. los españoles son muy alegres) como negativas (ej. los españoles son unos vagos).
Estereotipos en psicología
Dentro del mundo de la psicología, también existen diversos estereotipos sobre lo que son y hacen los psicólogos, así como sobre las personas que deciden ir al psicólogo. Seguramente todos hayamos escuchado alguna vez los típicos comentarios de que tienes que estar muy mal o loco para ir al psicólogo, calificando al psicólogo como un loquero, o un sitio al que acudir cuando se tienen problemas serios. Otra frase común es que los psicólogos leen las mentes, como si fueran magos o brujas. Además, también se nos ve como confesores o personas a las que vas para que te den consejos, cuando nuestra labor es más la de acompañar y mostrar recursos que puedan ser de utilidad a las personas que acuden a nosotros.
Orígenes históricos de los estereotipos
Algunas de estas creencias tienen su base en la labor que ejercían los psicólogos hace varios años, y en quienes ejercían esta labor antes de existir la profesión del psicólogo como tal.
Un ejemplo de esto se puede observar con el hecho de que se nos vea como confesores, ya que las personas vienen a nosotros con un problema que contar, labor que en el pasado ejercían los curas en los confesionarios. Cuando las personas iban a la iglesia a confesarse, posiblemente hablaban de los problemas que más les angustiaban, con la intención de ser escuchados y esperando una solución por parte del cura. Esto tiene cierta similitud con la labor de los psicólogos actuales, ya que escuchamos y ayudamos.
La creencia de que un psicólgo es un loquero
Por otra parte, la creencia de que somos loqueros y que solo las personas con serios problemas o personas “locas” acuden al psicólogo también tiene su explicación histórica. En siglos pasados, comúnmente se llevaba al psicólogo o psiquiatra a aquellos individuos con los que los familiares ya no sabían qué hacer. Además, el desconocimiento de algunas patologías como la esquizofrenia o la bipolaridad, hacía que la explicación dada fuera que estaban locos.
Esta creencia ha sido reforzada por los libros, películas y series, en las que las personas que acuden a un psicólogo son vistas por la sociedad como “locos”. Incluso dentro de los textos religiosos, se pueden encontrar historias en las que los individuos son calificados como locos por actuar de forma poco comprensible para los demás.