La compasión y la autocompasión son conceptos fundamentales a la hora de comprender y cultivar nuestras relaciones con nosotrxs mismxs y con los demás. Este concepto puede definirse como la capacidad de comprender y sentir el sufrimiento y querer aliviarlo, tanto para el sufrimiento propio como el ajeno.
Vivimos en una sociedad que nos exige destacar por encima de la media, y cuando no lo conseguimos y detectamos un defecto o carencia tendemos a reaccionar de forma muy negativa, usamos expresiones como “no sirvo para nada”, “no soy lo suficiente”, “soy un desastre”, “van a pensar mal de mí”. Todxs tendemos a ser más críticxs con nosotrxs mismxs que con los demás, somos más exigentes y tenemos expectativas más elevadas, lo cual en ocasiones nos lleva a ser duros e incluso agresivos en nuestra forma de tratarnos. Pero ¿cómo podemos acercarnos a un trato más amable, más compasivo?
Llegar a cambiar esta forma de tratarnos es un proceso largo, pero merece la pena. Kristin Neff, una pionera en el tema de la autocompasión destaca que este “es un enfoque de autoconocimiento que puede ser reconfortante y eficaz”. Cuando somos amables con nosotrxs mismxs encontramos más fácil ofrecer esta misma amabilidad a los demás. La compasión es una habilidad que podemos aprender y fortalecer con la práctica y la reflexión, al hacerlo mejoraremos nuestra salud mental y contribuiremos a un entorno más solidario y comprensivo para todos.
¿Cómo puedo ser más compasivx?
Lo más importante es encontrar una forma de poder integrar esta práctica en nuestra vida, ya que no todxs tenemos las mismas circunstancias, pero todos podemos beneficiarnos de este enfoque.
Lo primero es tratarse con cuidado y comprensión, como dice mi compañera Sara Morán, “nadie sabe lo que necesitas escuchar mejor que tú mismo”. Es muy fácil pasar por alto situaciones en las que nos tratamos mal y en las que nuestro diálogo interno es negativo, pero te recomiendo que cuando te des cuenta de que ha sucedido párate un momento y piensa en qué necesitas escuchar en ese momento. Por ejemplo, has metido la pata en el trabajo y lo primero que te viene a la mente es: “soy un desastre” o “no sirvo para nada”, a lo mejor lo que necesitas escuchar es un: “lo he hecho lo mejor que he podido” o “la próxima vez ya sé cómo puedo hacerlo mejor”.
Otro aspecto importante, como indica Neff en su Teoría de la autocompasión, es lo que llama la “humanidad compartida”, nos anima a recordar que todxs somos humanos y pasamos por situaciones similares. Tenemos que reconocer el sufrimiento y que los errores son parte de la experiencia humana. Retomando el ejemplo anterior, es normal que en un trabajo haya cosas que no se nos dé tan bien o que no sepamos hacer; también puede ser que hayas tenido un mal día y hayas cometido un error. Podemos aceptar que los errores son parte de la vida y que nos ayudan a mejorar, en lugar de castigarnos por ellos. Esto también nos ayudará a ser más pacientes con los errores de los demás, promoviendo un ambiente más amable y unas relaciones más asertivas.
Neff en su teoría destaca también la atención plena, que nos permite tener una visión equilibrada de las experiencias sin ser reactivo y sin identificarse con el dolor. Para tener un acercamiento compasivo es importante que al reconocer el sufrimiento esté centrado en aliviarlo, en lugar de quedarnos con él.
¿Claves para promover la compasión?
– Reflexiona acerca de qué situaciones hacen que sea más difícil ser amable contigo mismx, ¿y con los demás? ¿Hay algo que puedas hacer para que sea más sencillo?
– Practicar Mindfulness, puedes escuchar una meditación guiada sobre la compasión, aunque no hace falta que sea específica de la compasión. Jon Kabat-Zinn define el Mindfulness como “el cultivo intencional de la atención momento a momento sin juzgar”, al eliminar el juicio evitamos perspectivas críticas y nos acerca más a un trato compasivo.
– Llevar un diario acerca de las situaciones en las que podrías haber sido más compasivo, o en las que lo hayas sido, cómo te ha hecho sentir, si hay algo que podría mejorarse o si podría haberse hecho de otra forma.
Te animo a que a partir de ahora te fijes más en cómo te hablas a ti mismx y como le hablas a los demás, y que esto te permita ser más compasivo contigo mismx, esta herramienta puede ayudarte a ser más comprensivo y paciente con todos. Cuando nos sentimos bien también tratamos bien a los demás.
Bárbara Díaz
Referencias
- Araya, C., & Moncada, L. (2016). Auto-compasión: origen, concepto y evidencias preliminares. Revista Argentina de clínica psicológica, 25(1), 67-78.
- Neff, K. (2011). Self-compassion: The proven power of being kind to yourself. Hachette UK.
- Gilbert, P. (2014). Terapia centrada en la compasión. Editorial Desclée de Brouwer.